Fallece el guionista Alvah Bessie, miembro del Batallón Lincoln y perseguido por McCarthy
Alvab Bessie, 81 años, guionista de cine norteamericano, falleció el pasado domingo en San Francisco (California). La muerte de Alvah Bessie, tras la muy reciente de Albert Maltz, está enterrando a los legendarios protagonistas de aquella lista de los diez de Hollywood, que fueron a la cárcel por defender con dignidad sus derechos democráticos y, ante todo, su derecho al silencio, durante la represión macartista.
Nacido en Nueva York el 4 de junio de 1904, Bessie perteneció a la generación que durante el azote de la Depresión forjó una conciencia política que le incorporaría a la nutrida intelectualidad judía de izquierdas que se forjó en la era de Roosevelt. Fue esta conciencia la que le empujó a combatir en España en 1938 en el Batallón Lincoln, en generoso gesto político que le proporcionaría su título de ciudadano honorario de la República española, que tanto le honraba y le complacía. De esta experiencia nacería su libro Men in battle (Hombres en combate).El ejercicio de la crítica en la revista New Masses, órgano de la izquierda norteamericana, le empujó a trabajar como guionista en Hollywood. La Warner Bros le contrató en 1943 como guionista y allí Bessie contribuyó con su pluma a la causa del cine comercial antifascista que Hollywood produjo durante la II Guerra Mundial. En Northem pursuit (1943), de Raoul Walsh, hizo que Errol Flynn combatiera en Canadá contra una célula nazi; en The very thought of you (1944), de Delmer Daves, describió el drama de una pareja que contrae matrimonio durante la guerra; y en Hotel Berlin (1945), de Peter Godfrey, retrató con ayuda de Vicki Baum la variopinta clientela de un hotel durante la decadencia de la Alemania nazi. Pero su filme más popular sería Objetivo Brimania (1945), de Raoul Walsh, en el que Errol Flynn dirigió un comando contra los japoneses en Birmania. Este filme le valió la nominación para el Oscar.
Luego vino la lamentable investigación contra la infiltración comunista en Hollywood. Ante el Comité de Actividades Antinorteamericanas en Washington, Bessie, junto con otros nueve testigos, se negó en 1947 a revelar su filiación política, alegando: "El propio general Eisenhower ha rehusado revelar su afiliación política, y lo que es bueno para el general Eisenhower es bueno para mí". Esta actitud valdría a los diez testigos inamistosos un año de cárcel, que Bessie expió en un presidio federal de Texas, y la expulsión de la industria el cine. Fruto de esta experiencia nacería su novela Los antiamericanos (The Unamericans) y años más tarde la crónica Inquisition in Eden.
Tras la cárcel, vinieron años negros para Bessie, empleado en mil oficios, como el de accesorista en un cabaré y el de escritor mercenario con el seudónimo de William Rood. En 1968, Jaime Camino le invitó a colaborar en el guión de España otra vez, que relataba el retorno a España, con motivo de un congreso médico, de un cirujano norteamericano que había servido durante la guerra en el Batallón Lincoln. Para Bessie era una historia con resonancias autobiográficas, pero la censura franquista se cebó en el guión e incluso cambió el título original, que era el de Spain again. Bessie descubrió con estupor que el productor del filme, quien quería promocionar en la pantalla a la bailarina Manuela Vargas, había luchado en la batalla del Ebro en una posición exactamente opuesta a la suya. Pero esto no impidió que la película concluyese en medio de mil incientes e incluso Bessie interpretó en ella el pequeño papel del doctor Thompson. A su aventura en España dedicaría Bessie su jugoso libro Spain again (1975), que por desgracia no se ha traducido en nuestro país. Su siguiente novela, The symbol, inspirada en un personaje del corte de Marilyn Monroe, fue un duro alegato contra el ensueño americano y obtuvo excelentes críticas.
Alvah Bessie pertenecía a una generación vinculada en su momento al partido comunista, en trance de extinción.
Babelia
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