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EXTREMADURA

El alcalde de un pueblo de Badajoz prohíbe despachar bebidas a siete vecinos

Victoriano Prieto Molina, alcalde de Azuaga, un pueblo de la provincia de Badajoz, ha instaurado la ley seca para siete de sus convecinos que tienen fama de ser los más bebedores de toda la localidad. Por una orden remitida a todos los bares, el alcalde prohíbe que se sirvan bebidas alcohólicas en establecimientos públicos a El Melocotón, El Leznilla, El Moro, Pepito el Bien hecho, El Visa, Faustillo y El Cordobés, apodos por los que se conoce a los obligados abstemios.

La citada orden dice textualmente: "Ante los problemas que crean al vecindario en general y a fin de evitar alteraciones de orden público por causas de alcoholismo, he acordado recurrir a usted como propietario de establecimiento de bebidas alcohólicas para que se abstenga de servir éstas a las siguientes personas... -y pasa a enumerarlas una por una con nombres y apellidos- El incumplimiento de este requerimiento dará lugar a la incoacción del correspondiente expediente judicial. Sírvase firmar el recibí del presente el duplicado que se adjunta, en prueba de quedar enterada".

Broncas diarias

Victoriano Prieto justifica este documento, que ya ha sido denominado como alcaldada, como el único medio para poner fin a las broncas diarias que organizaban estos siete hombres, todos ellos alcoholizados y muchos en tratamiento en el psiquiátrico de la ciudad de Mérida.Los bares siguen a rajatabla la prohibición y se niegan en rotundo a ponerles ni un solo vaso de vino aunque lo soliciten a la hora del aperitivo.

La oposición municipal ha criticado duramente esta decisión calificándola de dictatorial; y el juez del distrito señala que aunque legalmente no puede respaldarla, moralmente la apoya.

La reacción de los siete implicados ha sido, según palabras del alcalde, tranquila y sin violencia. Algunos han protestado y otros, como es el caso de El Melocotón, que llevaba varios días sin probar el alcohol, aprovechó la ocasión para espetarle al alcalde nada más encontrárselo: "señor arcalde, ha llegado usté tarde".

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