La esquizofrenia, ¿herencia o cultura?
Las investigaciones sobre la esquizofrenia han centrado la atención de los últimos trabajos de Leon Kamin. De ello ha dejado constancia en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo, en la que ha pronunciado una conferencia sobre el tema: ¿Son esquizofrénicos los padres de los esquizofrénicos?
Kamin ha recordado en primer lugar, respecto a la posibilidad de que la esquizofrenia constituya o no una herencia biológica, "cómo hace 40 años la gente pensaba que la esquizofrenia dependía de la influencia del ambiente familiar, sobre todo de la madre. Después se dejó de pensar en ello, y ahora todo el mundo cree que la esquizofrenia es de origen genético".
"En este caso sucedería", afirma Kamin, "como con el cociente intelectual, que si se tratara de algo genético no se podría modificar y sería para siempre". "Si seguimos el mismo razonamiento no se podría hacer nada para cambiar la situación de los pobres, de los alcohólicos, de los criminales...".
Leon Karnin ha analizado por ello algunos de los estudios más relevantes realizados en los últimos años en este campo, y concretamente ciertos trabajos realizados sobre la situación en Dinamarca, en relación al problema de los niños adoptados y a la posibilidad de que los rasgos esquizofrénicos existentes en ellos tuvieran que ver con, sus padres biológicos o adoptivos.
Para Kamin, no puede decirse que haya una influencia estrictamente biológica, puesto que de dos grupos de 33 niños, uno de sujetos diagnosticados como esquizofrénicos y otro como normales, únicamente un niño de cada grupo tenía uno de sus parientes diagnosticado también como esquizofrénico. En cualquier caso, al igual se opone a considerar la existencia en todos los casos de una determinación genética, tampoco pretende que sus argumentos se entiendan como defensores de una determinación ambiental radical.
"Si existe, por ejemplo, un niño adoptado hijo de un padre criminal", dice Kamin, "las probabilidades de que sea adoptado por un padre criminal también son muy elevadas, porque puede ser que se muevan en el mismo ambiente social. Lógicamente, se podría desprender de todo ello que si tenemos la desgracia de adoptar un niño con genes criminales, ese niño podría también empujar a sus padres a serio, y ese es un argumento que yo no quiero emplear".
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