El Senado aprobará hoy la ley de reforma de las pensiones con el previsible desacuerdo de UGT

La reforma de las pensiones tiene hoy la última posibilidad parlamentaria de introducir modificaciones que aproximen las posiciones gubernamentales a UGT. El Pleno del Senado aprobará esta tarde el dictamen de esta ley tal como fue elaborado en comisión, a no ser que en las primeras horas de hoy el presidente del Gobierno, Felipe González, y el secretario general de UGT, Nicolás Redondo, lleguen a un acuerdo que se plasme en enmiendas de última hora. El período de actualización y los años de cómputo para establecer el cálculo de las futuras pensiones de jubilación son los puntos de la discordia.

Según el texto inicial del proyecto, para este cálculo se tomarían los últimos ocho años de cotización, con actualización de los seis primeros. La reunión de la pasada semana entre las direcciones de UGT y del PSOE, aunque no despertó, por los resultados, entusiasmo en los ugetistas, sirvió para que el Grupo Parlamentario Socialista del Senado presentara en comisión una enmienda por la que se introduce un período transitorio según el cual durante el primer año de vigencia de la ley se exigirán cinco años de cotización, con revalorización de los tres primeros; en el segundo año serían seis, con actualización de cuatro, y en el tercero, siete, con revalorización de cinco. Tras este acuerdo, dirigentes socialistas proclamaron que el "hielo" entre ambas organizaciones hermanas se había roto y que el esfuerzo del Gobierno había sido inusitado.El secretario de organización del PSOE, José María Benegas, declaró, no obstante, con tintes realistas, que "pese al esfuerzo realizado por ambas organizaciones no ha podido superarse la discrepancia fundamental", en referencia al cálculo de las pensiones. Este proyecto ha resultado ser el más polémico de la última etapa del actual período de sesiones, tanto por la virulencia de la crítica en la calle como en el Parlamento a cargo del ponente del Grupo Popular, Fernando Suárez. Los senadores socialistas -atentos fundamentalmente a algún guiño de la Moncloa- rechazarán con sus votos las enmiendas de veto que presenten a la ley todos los grupos parlamentarios de la Cámara.

Reforma global

Los grupos popular, vasco y catalán, así como el senador comunista Rafael Fernández Piñar y el de Esquerra Republicana de Catalunya Josep Rahola, piden al Gobierno que retire esta ley. Las cinco enmiendas coinciden en afirmar, con argumento parecido al que utilizó UGT al comienzo de la negociación, que la reforma de la Seguridad Social hay que abordarla de forma global.La reconciliación con UGT continúa siendo asunto prioritario en el PSOE, cuya comisión ejecutiva federal se reunirá el próximo jueves para estudiar los asuntos susceptibles de ser negociados con la central de inspiración socialista en un futuro próximo, como es la elaboración de los presupuestos generales del Estado.

En esta sesión extraordinaria de la Cámara Alta que hoy comienza, habilitada a petición del Gobierno, además de la reforma de las pensiones, se aprobarán las normas básicas sobre órganos rectores de las cajas de ahorro, el impuesto sobre el valor añadido (IVA), la ley de Aguas y la ratificación definitiva de la ley orgánica que autoriza la firma del tratado de adhesión de España a la CEE. El Grupo Popular mantiene vivas para el pleno de esta semana dos enmiendas a esta ley orgánica, que no serán aceptadas por los socialistas.

En primer lugar, la coalición conservadora pedirá la inclusión dentro de la ley de una enmienda que fije la creación de una comisión que realice, a partir de enero de 1985, el seguimiento del proceso de adhesión. Dado que el Grupo Popular conoce la respuesta negativa a su petición, ésta será reiterada, fuera del marco de la ley, el próximo octubre. A pesar de estas divergencias formales, la ley de adhesión a la CEE será aprobada por unanimidad de los grupos.