Los 12 países de la CEE deciden en Milán, crear la Europa de la tecnología

La idea de una Europa unida en el campo de la tecnología avanzada comenzó a tomar cuerpo ayer en la cumbre de jefes de Estado y Gobierno reunidos en Milán. Los 12 países de la CEE aprobaron por unanimidad un acuerdo de cooperación basado en el plan francés Eureka. Por primera vez España estuvo representada en una reunión comunitaria al más alto nivel, al haber acudido a Milán el presidente Felipe González. Las decisiones sobre la reforma institucional de la Comunidad, que se había anunciado como un tema clave, quedarán aplazadas hasta el próximo Consejo Europeo de Luxemburgo, que se celebrará en diciembre. En cuanto a la unidad política europea, Francia y la República Federal de Alemania lanzaron una propuesta sobre política exterior común.

El proyecto francés Eureka recibió un apoyo unánime por parte de los 12 países comunitarios. El presidente François Mitterrand anunció también los deseos de participación de Noruega, Austria, Suiza y Suecia. Antes del 14 de julio, en París, los ministros de Asuntos Exteriores y de Industria o Investigación de estos países se reunirán para estudiar los proyectos concretos y reflexionar sobre las estructuras y el modo de financiamiento de este ambicioso programa, que se presenta como la alternativa tecnológica europea a la Iniciativa de Defensa Estratégica de EE UU.La Europa de la reforma de las instituciones no dio ningún paso hacia adelante, al persistir las diferencias entre los distintos países sobre el futuro funcionamiento de la Comunidad. Todos coinciden en la necesidad de la reforma ante la paralización en la toma de decisiones a consecuencia del derecho de veto, pero no hay coincidencia en la forma de acometerla. Las decisiones sobre la reforma de las instituciones comunitarias quedarán aplazadas hasta la cumbre europea de Luxemburgo, que se celebrará los próximos 3 y 4 de diciembre.

Como primer paso hacia la Unión Europea, París y Bonn han propuesto la creación de un secretariado general para coordinar la política exterior de los países de la CEE y marchar "progresivamente hacia una política exterior europea", que englobará también las cuestiones de seguridad.

Felipe González mantuvo ayer una posición prudente en la cumbre y se mostró de acuerdo en la necesidad de disponer de un mecanismo de decisión más eficaz que el que actualmente existe en la CEE y, por consiguiente, de la celebración de una conferencia intergubernamental.

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