La Cámara de Representantes de EE UU apoya la pena capital para los espías

La Cámara de Representantes de Estados Unidos, de mayoría demócrata, aprobó ayer por unanimidad una enmienda que permite cambiar la ley militar para poder condenar a muerte a los espías en tiempos de paz.A viva voz, los miembros de la Cámara de Representantes aprobaron una enmienda, presentada por el congresista republicano de Florida Bill McCollum, al programa militar del Departamento de Defensa. La enmienda permite cambiar el código de justicia militar de Estados Unidos y forma parte de la serie de medidas planteadas por los legisladores norteamericanos a raíz del descubrimiento de la red Walker, que ha llevado a la cárcel a cuatro militares estadounidenses, acusados de pasar secretos militares a la Unión Soviética durante 20 años.

El Departamento de Defensa de Estados Unidos y los tres ejércitos norteamericanos se vieron obligados a modificar todos sus códigos secretos de comunicaciones. Según los expertos, esta red de espionaje ha podido causar graves estragos en áreas estratégicas del sistema defensivo de EE UU.

El descubrimiento del mencionado caso de espionaje desencadenó en Estados Unidos una campaña para poner de relieve las insuficiencias de las normas legales sobre el asunto. El patrocinador de la enmienda, Bill McCollum, declaró a la prensa que el caso Walker "revela que las leyes penales de EE UU son inadecuadas para los casos de espionaje, el más odioso de los crímenes".

Hasta ahora, las leyes norteamericanas establecían que los mlitares y los civiles convictos de elitos de espionaje en tiempo de paz podían ser condenados a una pena máxima de cadena perpetua. La pena de muerte quedaba reservada exclusivamente para los militares que espiaran en tiempo de guerra. Los últimos espías ejecutados en Estados Unidos fueron los es posos Julius y Ethel Rosenberg acusados de pasar secretos atómicos a la URSS, que fueron ajusticiados en la silla eléctrica en 1953.

La enmienda aprobada por la Cámara de Representantes, junto a otra sancionada por el Senado deberá ser examinada ahora por una comisión conjunta de ambas Cámaras, que tratará de unificar las para someterlas nuevamente al voto de los congresistas.