El intento de destitución del alcalde de un pueblo de Granada degeneró en tumulto

Un grave tumulto, en el que se produjeron gritos, insultos y puñetazos, obligó el pasado sábado a suspender el pIeno municipal de la localidad granadina de Diezma, en el que se iba a votar la destitución del alcalde de la corporación, Jesús García Sánchez, de 60 años y de Alianza Popular, quien se declara "franquista de toda la vida". El Ayuntamiento tiene cinco concejales de Coalición Popular y cuatro del PSOE. El orden fue restablecido por efectivos de la Guardia Civil, avisada por varios concejales socialistas.

Durante los incidentes causados en Diezma -localidad de 1.200 habitantes a 40 kilómetros de Granada- por el gentío que abarrotaba el salón de plenos, varias personas agredieron al concejal aliancista Germán Rodríguez, quien previamente a la celebración del pleno había anunciado su baja en el Grupo Popular en su intención de votar con los concejales del PSOE, con lo que los socialistas obtenían mayoría.Los concejales socialistas afirman que el escándalo fue provocado con premeditación por los concejales aliancistas. Según manifiestan, el propio alcalde y otro concejal comenzaron a golpear la mesa, siendo de inmediato secundados por los varios centenares de personas que llenaban el salón y las escaleras, tras lo cual el presidente de la corporación suspendió la sesión. "Entonces", añaden, "alguien apagó la luz, y varias personas golpearon a Germán Rodríguez, mientras otros abrieron la ventana con la intención de tirarlo por ella".

Por su parte, el alcalde de la corporación, Jesús García, declara que tuvo que suspender el pleno "a causa del alboroto que se estaba formando". Y respecto a éste, afirma que no fue nadie, sino el pueblo, quien lo provocó, ya que "no quiere que Germán sea alcalde". Sin embargo, el Grupo Socialista aún no ha determinado oficialmente su candidato para alcalde.

El alcalde, que sugiere un referéndum para que el pueblo decida si debe continuar o no, declara que ha sido franquista y lo será siempre. Y añade que esta democracia no le gusta, aunque la acepta, al igual que acepta al Rey. García Sánchez fue durante una quincena de años concejal durante el franquismo, y alcalde entre 1976 y 1979.