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El democristiano Cossiga, máximo aspirante a suceder al socialista Pertini

Juan Arias

Francesco Cossiga (57 años), actual presidente del Senado, que representa la segunda jerarquía del Estado y sustituye al presidente de la República en ausencia de éste, aparece como candidato aventajado para suceder a Sandro Pertini en el palacio del Quirinal. Por el momento, casi ya en vísperas de las elecciones presidenciales, que se inician el lunes para elegir al octavo presidente de la República Italiana, el candidato más aceptado por todos los partidos resulta ser Cossiga, un democristiano natural de Cerdeña que milita en las filas del catolicismo progresista y que se confiesa seguidor del personalismo de Mounier.

Existe incluso la posibilidad de que su elección se produzca en la primera votación, el mismo lunes por la tarde. Sería un hecho histórico, como destacó ayer Bettino Craxi, presidente del Gobierno, ya que sólo Enrico de Nicola, cuando fue elegido presidente provisional, en 1946, lo fue en la primera votación. Después, todos los demás presidentes, incluido Pertini, tuvieron que pasar por las horcas caudinas de docenas de escrutinios. Un espectáculo que esta vez Ciriaco de Mita, secretario de la Democracia Cristiana, el partido de mayoría relativa, quiere evitar a toda costa, porque además se va a tratar de elegir a un democristiano.Sobre este punto no existe ninguna objeción por parte de los partidos. Ni siquiera del lado de los comunistas, del PCI. Todos los grupos han asumido la tradición de que tras un presidente laico, en este caso el socialista Pertini, debe ocupar el Quirinal un católico. Si acaso, el problema podría surgirle a Ciriaco de Mita en cuanto al candidato.

En las conversaciones que ha mantenido en los pasados días con los líderes de los diversos partidos se ha ido deshojando la margarita de candidatos presentada por él, quedando prácticamente solo Francesco Cossiga. Arnaldo Forlani fue descartado por el partido comunista; Benito Zacagnini y Leopoldo d'Elia, por el socialista; Giulio Andreotti ha quedado como una reserva. A muchos les gusta, pero pesa sobre él el proceso que tuvo que sufrir no hace mucho en el Parlamento por su presunta implicación en el escándalo de la quiebra del Banco de Michele Sindona.

Los comunistas, que hubiesen preferido a Zaccagnini o a D'Elia, están, al parecer, dispuestos a votar a Cossiga, que además es primo, aunque bastante lejano, del difunto Enrico Berlinguer. Como decía un líder comunista: "Por lo menos, podremos decirles a los militantes que es pariente de Enrico".

Nuevo descarte de Fanfani

Tras Cossiga, hubiese sido Amintore Fanfani quien hubiera podido lograr mayor consenso de los partidos, pero los comunistas han dicho a De Mita que prefieren a Cossiga. Así, el luchador Fanfani se quedará otra vez fuera de juego tras haber sido en todas las elecciones presidenciales un eterno candidato.La última dificultad para poder lograr una rápida elección de presidente cayó ayer. En los pasados días, algunos partidos hubiesen preferido, antes de votar al candidato verdadero, realizar alguna votación de prueba con candidatos propuestos por cada grupo, para comprobar si existía consenso sobre el aspirante democristiano. Sólo después hubieran votado también ellos por el candidato previamente consensuado o verdadero.

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Pero ayer, socialistas y comunistas declararon estar dispuestos a empezar ya votando al candidato democristiano si existe antes un acuerdo formal entre todos los partidos sobre un solo nombre.

Así pues, mañana por la tarde, el líder democristiano, Ciriaco de Mita, hará público el nombre del candidato definitivo de su partido. Lo hará tras haberse asegurado de que los líderes de las diversas facciones de la Democracia Cristiana sostendrán al candidato en el Parlamento, cada uno con sus huestes.

Candidato de unidad nacional

Para los comunistas, sería muy importante que se pudiera lograr la elección en el curso de las tres primeras votaciones, para las que se necesitan dos tercios más uno de los 1.011 electores, esto es, 675 votos. En este caso, el presidente elegido sería el representante de la unidad nacional. De lo contrario, tras la tercera votación bastan la mitad más uno de los votos, y el nuevo presidente podría ser elegido sólo con el apoyo de los cinco partidos (democristiano, socialista, socialdemócrata, republicano y liberal) que integran el Gobierno, sin necesidad de los votos de la oposición comunista. En ese caso, alegan los comunistas, el futuro presidente representaría más al Gobierno que a la totalidad de la nación.Ciriaco de Mita está dando en estas horas la última batalla a favor de la elección masiva del futuro presidente. Si lo consigue, no cabe duda de que acabará convírtiéndose en el líder más importante de la Democracia Cristiana, tras haber reconquistado para los católicos no sólo la ciudad de Roma, sino también la ambicionada colina del Quirinal, y con el consenso, además, de la propia oposición comunista.

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