Costa Rica pedirá hoy a la OEA que vigile su frontera con Nicaragua

El canciller de Costa Rica, Carlos José Gutiérrez, pedirá hoy en Washington a la Organización de Estados Americanos (OEA) que destaque una comisión permanente en su frontera con Nicaragua para impedir nuevas violaciones territoriales por parte sandinista.Aunque no descarta una apelación posterior al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), Costa Rica presentará de momento una resolución aceptable para los países moderados, a fin de que la cuestión no sea remitida al Grupo de Contadora, en cuya operatividad cree cada vez menos.

El principal problema estriba en demostrar que tropas nicaragüenses cruzaron el pasado 31 de mayo el río San Juan para emboscar a las dos patrullas de la Guardia Civil. El equipo militar (fusiles AK-47 y algunas espoletas oxidadas) mostrado por las autoridades costarricenses ha provocado escepticismo en medios diplomáticos. Ante un árbitro neutral tiene escaso valor probatorio, porque lo mismo puede tratarse de un botín de guerra anterior procedente de las guerrillas.

Cada vez parece haber menos dudas de que fueron soldados sandinistas los que dispararon contra la Guardia Civil. El jefe de esta agrupación, coronel Oscar Vidal, ha declarado que el comandante militar de Nicaragua en la zona del río San Juan, Roberto Calderón, admitió en conversación telefónica que el incidente pudo originarse en un error de sus tropas, pero rechazó que éstas hubieran entrado en territorio de Costa Rica, tal como aseguró el domingo el presidente Luis Alberto Monge.

Infiltración o incidente

Con vistas al debate en la OEA, la gravedad del caso varía sustancialmente si hubo violación flisica del territorio costarricense o si se trató de disparos efectuados desde la orilla de Nicaragua. Esto último ha ocurrido con alguna frecuencia y se admite en voz baja como el tributo inevitable de una guerra que tiene en la frontera uno de sus teatros de operaciones.La detención de nueve supuestos soldados sandinistas en la zona de Las Crucitas, al día siguiente de la emboscada, se ha tratado de vincular en algunos medios con esta acción. El propio Gobierno de San José admite que se trata de hechos aislados. Los nueve nicaragüenses, todos ellos desarmados y vestidos de civil, fueron detenidos cuando cruzaban la frontera para pedir asilo.

Costa Rica sabe que su posición en un foro internacional no es todo lo segura que su presidente quiso hacer ver a efectos de consumo interno. De ahí que busque el consenso por la vía de la moderación. Cuenta con el apoyo seguro de EE UU, los vecinos centroamericanos y las islas ariglófonas del Caribe, pero la clave está en los Gobiernos democráticos de América del Sur y en la actividad del propio Grupo de Contadora.