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Próximo nombramiento de Gorbachov como jefe del Estado soviético

Pilar Bonet

La próxima reunión en Moscú, el 2 de julio, del Soviet Supremo de la Unión Soviética (Parlamento formal integrado por dos Cámaras y 1.500 miembros en total) constituirá, una prueba del grado de afianzamiento en el poder del máximo dirigente soviético, Mijail Gorbachov, quien en opinión de medios occidentales y soviéticos sumará el cargo de presidente del Presidium del Soviet Supremo (jefe del Estado) al que ahora tiene como secretario general del Partido Comunista de la URSS.Desde Leónidas Breznev, todos los secretarios generales del PCUS han sido también presidentes del Presidium, un cargo ceremonial y de representación que Breznev pasó a ocupar en 1977 alegando necesidades de política internacional. En los casos de Yuri Andropov y Konstantin Chernenko el tiempo transcurrido entre ambos nombramientos fue interpretado como una señal del grado de tensión en la cúspide del poder soviético. Andropov, secretario general desde noviembre de 1982, vio pasar una sesión del Soviet Supremo sin que le nombraran presidente, y sólo alcanzó este puesto en junio de 1983.

Chernenko, considerado el resultado de un compromiso global, concentró ambos cargos con el tiempo récord de dos meses de diferencia en 1984. A propuesta de Gorbachov, Chernenko fue elegido presidente del Soviet Supremo en abril del año pasado, y entonces el ahora máximo dirigente soviético invocó como argumentos a favor de su predecesor la necesidad de simultanear ambas funciones directivas. Este razonamiento es ahora aplicable a sí mismo.

El Soviet Supremo se reúne en sesión ordinaria dos veces al año, y con anterioridad suele llevarse a cabo un pleno del Comité Central. De celebrarse esta vez, es presumible que la política interior, la economía y el próximo congreso del PCUS sean temas previstos.

El desarrollo económico del país ha sido una de las prioridades de Gorbachov desde que sucediera a Chernenko. Su última intervención pública, improvisada en gran parte con enorme vivacidad, ha causado una impresión muy positiva en distintos medios soviéticos, donde se coincide en recordar el estilo de Nikita Jruschov en cuanto a la relación con los ciudadanos.

El discurso, pronunciado en Leningrado el 17 de mayo, sólo fue televisado, sin embargo, dos días después, tras ser convenientemente editado. Tanto la versión televisiva como el folleto con el texto, publicado esta semana, contienen recortes.

Intelectuales soviéticos aseguran que Gorbachov encuentra todavía mucha resistencia en el aparato del partido y que trata de compensar esto buscando un apoyo directo entre la población.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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