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Debate parlamentario sobre la investigación policial a los partidos

Barrionuevo se escuda en que él no ordeno el espionaje

Anabel Díez

ANABEL DÍEZ, El ministro del Interior, José Barrionuevo, ofreció ayer en el Congreso su palabra de honor, por tres veces, como argumento de que no había ordenado investigación alguna a la Comisaría General de Información sobre partidos políticos. El ministro reprochó al presidente de Alianza Popular, Manuel Fraga, que sólo aportara en el debate datos de Prensa sobre la supuesta investigación policial a su partido. La impresión de los grupos parlamentarios tras la sesión con motivo de las interpelaciones de Fraga y del comunista Fernando Pérez Royo indica que Barrionuevo no controla todas las actuaciones de su departamento. Tras la intervención del ministro se hizo un notable silencio, inusual en los bancos del PSOE, donde habitualmente se produce una salva de aplausos como respuesta a la intervención de un miembro del Gabinete socialista.

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"Ésto es un escándalo artificial, un montaje, y usted sabe, señor Fraga, que no hay responsabilidad política alguna. Le doy mi palabra de honor de que yo no he autorizado ninguna investigación sobre partidos políticos", afirmó José Barrionuevo. Como ha reiterado Barrionuevo en los últimos días, ayer estableció las dos actuaciones irregulares que podían haberse deducido del caso: la del funcionario "desleal" que incumple sus funciones y no guarda fidelidad en la custodia de documentos -"que es lo que ha existido"- y la de posibles autoridades de Interior que lo hubieran autorizado. "Ésto último no ha ocurrido", afirmó Barrionuevo. El ministro llegó a decir que "ninguna autoridad ha reconocido nunca que existieran actuaciones irregulares". No obstante, el director de la Seguridad del Estado, Julián San Cristóbal, reconoció a este periódico que algunos funcionarios han realizado investigaciones a partidos políticos. Tal afirmación se publicó en EL PAIS del 12 de mayo, en la primera información sobre el espionaje.Todos estos argumentos se repetirán la próxima semana, dado que Fraga anunció tras el debate que presentará una moción "a la vista del insatisfactorio resultado de esta sesión".

La descripción de la labor de los servicios de información de la policía que hiciera Barrionuevo, levantó sonoros murmullos de la oposición, que contrastaba con el silencio sepulcral que mantenían los socialistas. "El cometido de la brigada de Información es preservar las instituciones de cualquier agresión y del peligro de que se subvierta el orden constitucional", dijo Barrionuevo. "Un buen servicio de información ofrece seguridad, y hago una llamada a la reflexión sobre los graves inconvenientes que tiene hacer públicos los nombres de responsables de Interior, el pueblo rechaza las noticias falsas y estos montajes escandalosos", afirmó Barrionuevo para indignación del Grupo Popular. Fraga repitió que ellos son un partido decente y que sólo velan por el bien de España.

El presidente de AP desgranó sus argumentos a partir de las informaciones periodísticas que han venido sucediéndose en los últimos días y ofreció de forma un tanto atropellada los nombres de los funcionarios policiales que le consta han frecuentado la sede de su partido. "Hemos estado vigilados sistemáticamente", precisó, "por un número determinado de personas pertenecientes a los servicios de la brigada".

Inaudito le pareció a Fraga que Barrionuevo calificara de "irregulares" y, posteriormente, como "desleales", las investigaciones a partidos. "¿Hasta dónde puede aceptarse que la policía investigue a un partido que cumple con sus obligaciones constitucionales?", se preguntó el jefe de la oposición conservadora, que comparó este caso con el Watergate de EE UU.

El silencio socialista se tornó en griterío cuando el centrista Luis Ortiz subió a la tribuna de oradores y comenzó por comparar estas acciones con la gravedad del asalto al Congreso el 23-F y pidió la crisis de Gobierno. Ortiz concluyó afirmando que el ministro no controla su departamento, tesis compartida por los representantes de la oposición.

Mientras Ortiz intentaba esbozar sus duros argumentos, desde los bancos socialistas aumentaban los silbidos, que se tornaron en griterío cuando repararon en que el diputado del Grupo Popular Alfonso Osorio increpaba acalorado, con el pasillo por medio, al socialista Francisco Granados. Guillermo Galeote, del PSOE, actuaba de intermediario, y los ministros Enrique Barón y Javier Moscoso, vueltos hacia atrás, se enzarzaban dialécticamente con el también conservador Fernando Suárez. Los martillazos del presidente de la Cámara, Gregorio Peces-Barba, no conseguían calmar a los parlamentarios, hasta que utilizó el más contundente de sus tonos de voz. Peces-Barba llamó al orden a Osorio y, luego, al diputado de AP Jorge Verstrynge.

"Atronadora" ovación

Manuel Fraga, que en su réplica calificó, con su habitual retranca, de "atronadora", la inexistente ovación al término de la intervención del ministro, apenas pronunció unas frases para reprochar a Barrionuevo la "falta de seriedad" de su exposición y reiterar que las actuaciones objeto de debate eran absolutamente ¡legales. Entre otras cosas, poco serio le pareció a la oposición que el ministro encuentre mal que haya acudido a los tribunales para dilucidar posibles responsabilidades penales.

La segunda parte de la sesión sobre espionaje la abrió el comunista Fernando Pérez Royo con su interpelación. "El espionaje confesado ingenuamente por autoridades de Interior constituye una práctica repugnante, la brigada no investiga golpistas, ni terroristas, ni al GAL, sino a partidos y sindicatos", afirmó Pérez Royo. Este diputado se mostró escéptico sobre la investigación que Barrionuevo ha abierto al respecto, máxime cuando el responsable de Interior reitera que la única responsabilidad está en quién ha filtrado la información a la Prensa, dijo. "O a usted le encajan goles, o es un monumento a la incompetencia", finalizó el diputado comunista.

"Yo no pienso que hay que investigar a los partidos; y como lo pienso, no se ha hecho", respondió Barrionuevo en esta segunda intervención y en el único momento en que descartó que tales investigaciones se hubieran producido. Al hablar por enésima vez de "montaje", el ministro atribuyó su origen no a los periodistas sino a los "informantes que han procedido maliciosamente", concluyó.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).

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