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Detenido en Colombia un supuesto implicado en la muerte de un agente antidroga norteamericano

La F-2, policía secreta colombiana, detuvo el lunes en Cartagena de Indias al ciudadano hondureño José Ramón Matta López, a quien se acusa en México de haber participado, el pasado mes de febrero, en el secuestro y asesinato del piloto Alfredo Zabala y del agente antidroga norteamericano Enrique Camarena. Otros dos supuestos implicados en el doble crimen, Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca, se encuentran ya en prisión.La captura de Matta López, uno de los jefes del tráfico de cocaína hacia Estados Unidos, ocurrió a la puerta de su lujosa casa del barrio de Bocagrande, la zona más residencialde Cartagena. Al oficial que dirigía la operación le ofreció un soborno de 600.000 dólares (unos 100 millones de pesetas) a cambio de su libertad. Se le ocuparon dos pasaportes y dos carnés colombianos, extendidos indistintamente a nombre de Matta López, Jairo Ríos Vallejo y Matta Ballesteros, identidad con la que era conocido en México.

En el momento de su detención, el presidente Belisario Betancur participaba en un homenaje al ex ministro de Justicia, Rodrigo Lara Bonilla, asesinado justamente un año antes por encargo de la mafia de la droga. Éste fue el primer gran error cometido por una casta privilegiada que había contado hasta entonces con complicidades de alto nivel. En Colombia se desató desde entonces la mayor cacería de la que tenga memoria el país. Se pasó de los camellos callejeros a los traficantes de mayor cuantía, dueños de auténticas flotas de barcos y aviones. Por primera vez el Gobierno concedió la extradición a Estados Unidos de cinco jefes importantes.

El último Ceco de esta operación ha sido el cerco que Ejército y Policía montaron el pasado domingo en torno a la finca de Carlos Lehder, probable número uno en la mafia de la cocaína. Según la versión oficial, Lehder logró escapar en paños menores.

Meses atrás Lehder trató de negociar con el Gobierno de Betancur, al que ofreció préstamos a bajo interés a cambio de lavar su fortuna. Tras este intento fallido ha amenazado con armar una guerrilla de 20.000 hombres. En sus proclamas asegura haber dado grandes sumas para la campaña electoral del presidente y se presenta a sí mismo como un luchador nacionalista frente al imperialismo norteamericano.

El segundo error

El segundo gran error fue el ases¡nato en Guadalajara (México) del agente Camarena. Tras una complicidad inicial de policías locales, detenidos posteriormente, el Gobierno mexicano, fuertemente presionado por Washington, ha puesto en marcha todos sus recursos humanos para la captura de los grandes narcotraficantes.

El propio Matta López, que se encontraba en México el 9 de febrero, dos días después del secuestro de Camarena, logró salir del país a pesar de que los agentes de la brigada antidroga estadounidense (DEA) habían localizado el apartamento en el que vivía. La Policía facilitó su huida retrasando unas horas la llegada a su domicilio.

La justicia de México no es la única que le persigue. Estados Unidos reclama también su extradición por tráfico de drogas y Honduras le acusa de haber eliminado, en 1979, a su socio Mario Ferrari, y a la esposa de éste. También tiene cuentas pendientes en Colombia. En septiembre de 1978 eludió un cerco de la policía en Bogotá, pero en su casa se ocupó un alijo de cocaína de 800 kilos, el mayor que se haya descubierto en ese país, y un maletín con un millón de dólares."

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