Los misiles Pershing 2 previstos estarán en Europa en 1988, según el Pentágono
El Pentágono afirmó el miércoles que el despliegue de los misiles Pershing 2 en la República Federal de Alemania (RFA) continuará normalmente, a pesar de que desde Bonn se había manifestado que la instalación de estos cohetes había quedado suspendida de forma temporal, mientras se efectuaban cambios para mejorar su seguridad. En cualquier caso, los 108 Pershing 2 estarán desplegados en la RFA en 1988, conforme a los planes de la OTAN.El presidente de la Comisión de Defensa del Parlamento de la RFA, Alfred Biehle, anunció el miércoles que Estados Unidos había suspendido el despliegue de los misiles tras conocerse el informe oficial sobre las causas que provocaron en enero un accidente que costó la vida a tres soldados norteamericanos en la base de Waldheide, en el sur de la RFA.
Pero, en Washington, un portavoz del Departamento de Defensa dijo que las modificaciones necesarias para garantizar la seguridad de los Pershing 2 se estaban llevando a cabo en la línea de montaje de los misiles y que en los ya desplegados se efectuaría sobre el terreno, por lo que el programa de instalación no va a sufrir cambios. El Ministerio de Defensa de la RFA había señalado que las modificaciones que han de efectuarse en los cohetes iban a implicar un "ligero retraso" en la llegada de los misiles a territorio de la RFA, si bien dejó claro el compromiso de continuar el despliegue.
La aparente contradicción no es tal, si se tiene en cuenta que Estados Unidos no tenía previsto desplegar ningún misil ahora mismo, según manifestó ayer en Heilbronn el subsecretario estadounidense de Defensa, James Ambrose.
La agencia Tass ha reaccionado al anuncio de la suspensión del despliegue calificándolo de maniobra destinada a aplacar al movimiento pacifista de la RFA. La agencia oficial soviética también señala que las modificaciones que hay que realizar en los Pershing 2 evidencian que estas armas "no son ni perfectas ni fiables".
"Al comenzar el despliegue a toda prisa de estas armas de primer ataque, en un intento de colocar a la opinión pública occidental ante un hecho consumado, el Pentágono no se molestó en tomar ninguna medida de seguridad", añade Tass.
