Reagan y Franco
La inicua presión a que desde el centro del imperio se viene sometiendo a la dignidad humana es algo que nos golpea cada día con un nuevo escándalo. Nos informa hoy la Prensa de que, según Reagan, los norteamericanos que en la guerra civil española lucharon a favor de la República lo hicieron "en el lado equivocado", con lo que él, a sensu contrario, se posiciona de manera inequívoca en el buen bando: en el de los seráficos Mussolini, Hitler y Franco.Sólo desde una perspectiva fascista se explica su actitud global y su política siniestra. Únicamente desde sus deseos de emular a aquellos tres benefactores de la humanidad se comprenden sus actos de permanente agresión contra la martirizada Nicaragua; su apoyo sostenido a cuanta dictadura emponzoña los aires de América Latina; su animadversión permanente hacia. una Cuba que durante ya 26 años no ha cesado de esforzarse por alcanzar una organización social justa, digna e igualitaria.
Y es lamentable que, actuando objetivamente como órgano al dictado del centro en que se planifica tanta. tropelía, una Televisión Española supuestamente independiente y soberana no mida con más tino sus posibilidades de hacerse- cómplice de las mismas, corno, sin necesidad de irse más lejos, ha ocurrido hace unos días al emitir un programa sobre los inefables marielitos que sonrojo y vergüenza daba oír y contemplar.
Un grupo de amigos de la Cuba liberada y, por extensión, de los países que en aquella área geográfica tratan de sacudirse yugos seculares, reunidos el día de hoy en la Asociación de Amistad España-Cuba. para conmemorar la gesta del pueblo cubano cuando en impresionante sacudida barrió hace 24 años a los invasores de playa Girón patrocinados por el tío Sam, queremos dar testimonio de nuestra solidaridad con Cuba, con Nicaragua, con los pueblos esclavizados de América Latina, con los viejos luchadores demócratas de la Brigada Lincoln y manifestar nuestra repulsa hacia quienes con sus actos prestan un apoyo al oscurantismo, que, dada la actual situación política de España, no podemos ni comparlir ni comprender.-
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