El Ministerio de Cultura reducirá su aparato administrativo

El decreto referente a la reestructuración del Ministerio de Cultura prevé una reducción de su aparato administrativo, que llegará a ser de menos de 6.000 funcionarios, contrastando con los 19.000 que había en 1983. Por ahora, se ha elaborado un proyecto que no ha sido presentado aún al Consejo de Ministros y está sujeto todavía a algunas revisiones.Sin embargo, fuentes del ministerio han adelantado las líneas generales que plantea este documento. El decreto de reestructuración prevé la existencia de un único Instituto de Cinematografía y Artes Audiovisuales, con plena autonomía política y que agruparía a todos los organismos de este sector. El Instituto Nacional de Artes Escénicas y Música cumpliría la misma función que el anterior, pero en el área de la Dirección General de Música y Teatro. El Instituto de la Juventud centralizaría las actividades de este sector. Cada uno de éstos actuará como un organismo autónomo, que agilizará su actuación y cuya concentración en un solo sector permitirá coordinar mejor sus tareas.

No se verán afectadas ni la Dirección General de Bellas Artes y Archivos, ni la dirección general del Libro y Bibliotecas, y se creará la Dirección General de Cooperación Cultural, destinada a la coordinación internacional y política de los convenios de cooperación del Ministerio de Cultura.

El Ministerio de Cultura tenía en 1983 cerca de 19.000 funcionarios en todo el Estado español. Después de la reestructuración prevista habrá menos de 6.000 funcionarios. Este número se ha visto disminuido principalmente a causa de las transferencias de las direcciones provinciales a las autonomías y el cierre de la cadena de prensa de los Medios de Comunicación Social del Estado.

La reestructuración de Cultura, que forma parte de la reestructuración general de la Administración que lleva a cabo el Gobierno con el fin de adecuarla al Estado de las autonomías y conseguir un ahorro presupuestario, deberá estar finalizada en el próximo mes de junio. Una de las reestructuraciones más profundas será precisamente ésta de Cultura, ya que es uno de los departamentos que mayor número de competencias y de funcionarios ha transferido a las comunidades autónomas o a otros ministerios.