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Dos académicos nuevos

Caro Baroja: "Supongo que me eligen para que llene el hueco de la antropolología en la elaboración del Diccionario"

Julio Caro Baroja sigue sorprendido por la repercusión que ha tenido el asunto de su ingreso en la Real Academia Española. Su reacción ante la fallida presentación a esta academia el pasado mes de diciembre, aclara ahora, fue una reacción ante "ese típico sistema español de dar una cosa haciendo que las personas compitan". Después de conocer el resultado de la nueva presentación, el antropólogo e historiador declaró que centrará su discurso de ingreso en la academia en la biografía como género literario y sus interpretaciones desde el punto de vista antropológico Caro Baroja cree que ha sido elegido para que aporte sus conocimientos en este campo.

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Memorial de desaires

"La realidad es que, desde el fracaso anterior, en diciembre, este fantasma de la elección me ha estado persiguiendo durante varios meses y de una manera que yo no pensaba que iba a ocurrir, porque, en realidad, tampoco pensaba que una elección académica pudiese tener el eco que tuvo", repitió ayer el antropólogo Julio Caro Baroja, tras enterarse de su ingreso en la Real Academia Española. "Me sorprendió como persona más que como posible académico y no he entendido tampoco muy bien por qué a estas elecciones se les ha dado el realce que han tenido".La presentación de Julio Caro Baroja a la Real Academia Española la hicieron los académicos Rafael Lapesa, Manuel Alvar y Martín de Riquer en diciembre del año pasado. Como competidor al mismo sillón de la academia se presentaba al escritor José Luis Castillo Puche. Ninguno de los dos fue elegido y Caro Baroja calificó en su momento esta actitud como un desaire. "Creo que en aquel momento acaso estuve un poco destemplado, pero lo que en esencia hubiera querido aclarar más es que, si yo hubiera sabido a tiempo que la elección estaba constituida por la presentación de dos candidatos, no hubiera aceptado esta presentación mía porque a lo largo de la vida, ya lo he dicho varias veces, he sido muy hostil a este sistema típicamente español de dar una cosa haciendo que las personas compitan", declaró.

"En casos como oposiciones y certámenes, en los que hay plazas limitadas y un número grande de candidatos, será necesario este tipo de competiciones. Lo que me parece poco satisfactorio es que para dar cargos honoríficos se ponga en cuestión la superioridad o inferioridad de una persona frente a otra, y creo qué, mientras no se haga una valoración objetiva de lo que es cada cual, este sistema de oponer es malo y hasta humillante para el que queda derrotado o para los dos que no salen".

El nuevo académico ha decidido ya cuál será el tema de su discurso de ingreso, en el que tendrá que hacer también el elogio de su predecesor en el sillón T, que perteneció a Guillermo Díaz Plaja, como es de rigor. "He pensado un tema para el discurso de ingreso, pero tengo que elaborarlo, que añadirle este principio como fundamental de los discursos de ingreso que es el elogio de la persona a la que se sucede, que es algo que tengo sin estudiar ni preparar, y yo había pensado hacer un tema que, siendo literario y siendo posiblemente académico, dentro de lo que es la academia de la lengua, pudiera tener una interpretación antropológica e histórica, que es el del valor de la biografía y de la autobiografía en estos estudios. Es decir, la biografía como género literario y sus interpretaciones desde el punto de vista antropológico".

Otros idiomas

Sobrino de Pío Baroja, de quien se dice que tras su discurso de ingreso en la Real Academia Española no volvió a ninguna de las sesiones, Julio Caro Baroja considera que su vida no se alterará demasiado con este nuevo cargo. "Mi tío fue a la academia el año 1935, si no recuerdo mal. No fue muy asiduo a ella porque vino la guerra inmediatamente y después de la guerra, por razones particulares, dejó de asistir. La figura de mi tío yo no la asocio con la función de académico porque fue la persona menos académica que pueda pensarse. Puedo pensar en algunos amigos míos, antiguos maestros, que fueron filólogos, lingüistas, que podían servirme de orientación a lo que yo pueda hacer en la academia. En una época también hubo una ordenación de la academia en la que se daba cabida a los representantes de la erudición en idiomas que no eran el español o el castellano únicamente. Había unos académicos que representaban la lengua catalana; otros, la gallega y la vasca. Creo que el adscribir a la academia a ciertos hombres que sean conocedores de otros idiomas que son españoles es un principio que se ha perdido, pero que a mí me parece aceptable y útil para el conocimiento del idioma".

El nuevo papel

"La idea de Rafael Lapesa, Martín de Riquer y Manuel Alvar al presentarme era que en la academia hay necesidad de personas que cultiven distintas actividades, para mejorar o para perfeccionar este diccionario histórico del espaflol que se está haciendo. Siempre he pensado que un fallo que podría haber posiblemente era la escasa participación de los que podrían tener una especialidad en ciencias antropológicas, etnografia, sociología... Y, claro, me propusieron a mí para que llene este hueco".

Julio Caro Baroja, autor de un libro de memorias titulado Los Baroja y de numerosos ensayos, como El laberinto vasco, Las brujas y su mundo y Vidas mágicas e Inquisición, prepara actualmente varios trabajos en distintos temas. "Ahora estoy estudiando unas cuestiones de historia de la teoría de la antropología cultural, historia del pensamiento antropológico y luego historia de algunos pensamientos que no he llegado a plasmar del todo en un punto de vista científico que se relaciona con la antropología. Es decir, ahora estoy haciendo un seminario de antropología criminal en la Fundación Ortega y Gasset y luego algunas investigaciones de temas que tocan a la antropología, pero que han quedado un poco en tierra de nadie. Por ejemplo, la historia de las investigaciones que quedan en el campo de la fisiognómica, la fisiognomía y los juicios que se han establecido sobre este tema desde los griegos hasta el siglo XX. Este último trabajo lo tengo muy avanzado y será publicado después como Historia del criterio fisiognómico. También tengo otro trabajo sobre asociaciones criminales, asociaciones de mendigos, algunos temas que quedan a caballo entre la sociología, la antropología y la historia".

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