_
_
_
_
Tribuna:TRIBUNA LIBRE
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Lo que no cuadra en Leonardo Boff

Algo que no cuadra a quien, ya cansado de escribir, tiene que limitarse a preguntar. Y con admiración, mucho más que con respeto. A Boff y a todos y tantos que abren camino y escandalizan a los de siempre. Algo que a un viejo se le escapa.Por ejemplo, lo tan dicho y cantado de la opción por los pobres. Primero, porque tan sólo quien no lo es tiene libertad para elegir (el pobre no opta, mejor dicho, opta fatalmente y racionalmente por no serlo), y da como vergüenza salirnos ahora diciendo a los cristianos que hay que optar por ellos; se entiende entonces... Segundo, pues sospecho que se trata de una praxis imposible. Hubo un tal Francisco y algunos más que eligieron eso, lo imposible; a los demás fieles nos sobra, probablemente, no siempre del todo dinero, pero sí cultura y sobre todo resignación, y hasta caridad bien entendida y practicada. Confieso, Boff, que este jubilado nunca ha podido ni ha sabido llevar a cabo esa opción. Prueba: que estoy escribiendo lo que y como no escriben los pobres.

Se lo que contestáis, o lo que contestamos: "Optar por los pobres es trabajar por su liberación". Y aquí -perdón, maestro-, aquí mi otro estupor. Siempre he creído que había una logia del antrophos que trataba de la continua, enorme, fatal presión o tensión de los de abajo por subir y liberarse de quienes cabalgaban de una u otra forma, personal o socialmente, sobre ellos. Una logia que explica nada menos que casi toda la marcha de la historia humana. Y que, por supuesto, para quienes creemos en Dios -que nos hizo lo suficientemente libres para llevar a cabo tal batallita-, para nosotros, algo pinta Él en el caso. Pero no sería logia del Theos, sino logia del antrophos. Y con sus conquistas y avances indiscutibles, y con sus crueldades, con su mucha sangre y su mucha justicia, porque se trataba y se trata de que todos somos iguales en dignidad e hijos de Dios -decimos nosotros- Me quedaría, pues, con la antropología de la liberación vista y reconocida desde un ángulo cristiano, el que a buena hora estáis no pocos intentando sacar a luz.

Pero el tema vuestro es tan antiguo como el hombre, y vuelvo con la vergüenza de tener a estas calendas que decir ser nuestro cuando tantos y tantos millones de hombres han vivido y han muerto por tal liberación sin pensar ni dar culto a Theos alguno.

(Alguien podría salir aquí con lo del retraso tan manido del cristianismo, el que., por ejemplo, descubrió el barroco en la madurez del Renacimientc, o la doctrina social de la Iglesia 100 años después de la revolución del siglo XVIII, porque también vuestra teología coincide con otro centenario... Quiero decir lo de cierto prurito y afán por abanderar algunos cristianos y su magisterio, abanderar con retraso y una ingenua como petulancia de arrepentimiento, causas precedentes, como quien a más de tarde quiere tomar el pendón.)

Opresores y oprimidos

Pero me atrevo a ir a mi última preocupación. Resulta que Jesús optó por los pobres -aquí bien que os ensañáis con los que dicen que igualmente por todos los hombres, pobres o ricos-, proyectando lo nuestro de hoy a algo tan difícil. y lejano suyo. Él predicó la Buena Nueva, el Reino de nada fácil precisión, pues no incluye solamente lo del cielecito que tanto consolaba y alienaba a tantos píos. Y con su noticia de Él, la llamada a un seguimiento hacia el Reino y la crítica de la actitud contraria. Me parece que nos encontramos en el quid. de vuestro caso: cierta confusión entre situaciones y actitudes. La situación social-nacional en los tiempos del Nazareno era poco más o menos la de siempre, unos arriba y opresores, otros abajo y oprimidos. Y la actitud de los de arriba indigna, y bien que la flageló Él, en tanto bendecía y exaltaba a los pobres de todo tipo. Y porque no hubo más, ni una espada más, fracasó Jesús totalmente ante los de arriba y ante los del pueblo que pidieron su cruz.

Su fracaso histórico no pudo ser más rotundo. Después, a la luz de la fe, nos llegó mucho bueno, con interpretaciones más o menos justas y precisas. Y entre otras cosas de todo color y viento, aquello de confandir situación histórica con actitud cristiana. Es decir, resumiendo grotescamente la cosa, se pudo vivir en situación injusta -la de siempre- diciendo que era orden, imperio, ley y no se cuántas cosas más en actitudes cristianas o piadosas sin tocar la situación y suavizando o disfrazando benditamente, por ejemplo con lo de la pobeza, lo de la obediencia según leyes..., lo del culto (del cual, Jesús nada).

Actitud personal

Total, que tras diversas interpretaciones y ¡tanta sabiduría., llegasteis vosotros y dijisteis: no nos basta la actitud personal sin que se exprese en la situación; ya está bien de un cristianismo que se ha ido desvitalízando por esta ambigüedad o confusión. Pero, ¡amigos!, bien venidos, más yo os pregunto: ¿Jesús también encajó la situación histórica? -¡qué fácil hubiera sido con el zelotismo, al que, por cierto, no condenó tampoco él; qué fácil armarla frente a Pilatos y Caifás!- Pues tampoco, y se quedó en la nueva de su promesa y en la rigidez y transparencia de su actitud.... fracasando en la historia. Porque en su conjunto, y para mí, continúa su fracaso, bien envuelto en tanta fe y no poca virtud de creyentes, cierto, pero ¿hay que revolverlo hoy y aquí aún más y salirnos con una actitud cristiana, la verdadera, la casi inédita, que comience por airear y dar tanto fuste hasta ingenuo a una situación tan fatalmente injusta en la historia corno siempre, y en nombre de aquel Jesús, salvador, sí, pero desconcertante? ¿No os parece, Boff, que resulta así, todo al tiempo, demasiado vergonzoso, demasiado bonito, demasiado servido al gusto del día..., y demasiado históricamente tarde?

José María de Llanos es sacerdote jesuíta

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_