Alan García, a falta de revalidar su triunfo, en una segunda vuelta para tener acceso a la presidencia peruana
El secretario general de la Alianza Popular para la Revolución Americana (APRA), Alan García, de tendencia socialdemócrata, consiguió el pasado domingo una amplia victoria en las elecciones legislativas y presidenciales de Perú, pero no consiguió la ventaja suficiente como para evitar la segunda vuelta, prevista para el próximo mes de junio. Según los resultados provisionales conocidos anoche, APRA ha logrado también mayoría absoluta en el Senado y en la Cámara de Diputados.
La ausencia de resultados oficiales durante el día de ayer obligó a recurrir a proyecciones de distintos medios periodísticos, la mayoría de los cuales coincidían en dar al candidato aprista un porcentaje en torno al 47% o 48% de los votos, seguido del aspirante presidencial de Izquierda Unida (IU), Alfonso Barrantes, con un 23%.Sigue en las proyecciones la alianza conservadora Convergencia Democrática (CD), encabezada por el político socialcristiano Luis Bedoya, con un 12%. El partido del Gobierno, Acción Popular, obtiene, según las previsiones, una cifra en torno al 5%, lo que supone un fracaso sin paliativos para el candidato Javier Alva Orlandini y su pretensión de ser el heredero político del actual presidente, Fernando Belaúnde Terry.
Los observadores atribuyen este espectacular cambio del mapa político peruano hacia la izquierda moderada y radical a la voluntad de cambio y la esperanza popular de una mejora de las cada día más difíciles condiciones de vida de este país andino. Alan García y Alfonso Barrantes tendrán que disputarse en junio la presidencia, salvo que una retirada de la contienda del candidato izquierdista -rumoreada anoche en círculos políticos limeños- permitiese al dirigente aprista alcanzar directamente la jefatura del Estado.
La participación de los electores fue masiva, pese a las amenazas de Sendero Luminoso, que había recomendado la abstención, y el índice de abstención se sitúa, según los cálculos provisionales de ayer, por debajo del 10%, lo que supera claramente los pronósticos previos y supone un claro revulsivo para la democracia recuperada en 1980. La votación se desarrolló con normalidad generalizada. Se registró, sin embargo, la muerte de dos niños al manipular una carga explosiva dejada por presuntos elementos terroristas en la ciudad de Huancayo. Los explosivos estaban destinados, al parecer, a volar una planta transformadora de energía eléctrica.
Miles de campesinos de las aldeas de las zonas controladas por Sendero Luminoso se trasladaron a las ciudades para emitir sus votos bajo una rigurosa vigilancia, de la que se encargaron 80.000 militares y 20.000 policías.
Las calles de Lima se vieron repletas en la madrugada del, lunes de miles de militantes y simpatizantes apristas que querían celebrar el primer triunfo de su partido después de más de medio siglo de historia. Caravanas de automóviles y grupos de personas con banderas y carteles recorrieron distintas zonas de la ciudad aclamando a Alan García.
Los dirigentes de Izquierda Unida mostraron también su satisfacción por los resultados obtenidos, que, aunque no son suficientes para que Alfonso Barrantes obtenga la presidencia, dan a esta coalición de partidos marxistas la fuerza suficiente para interpretar un papel clave como la principal fuerza de oposición.
Fuentes de APRA comentaron, tras conocer los resultados, que Alan García prefiere en todo caso enfrentarse en la segunda vuelta a Alfonso Barrantes, porque ello le permite presentarse como un candidato centrista.
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