Renovación constante
Montserrat Caballé se viene distinguiendo por la permanente incorporación de nuevos papeles en su repertorio. A ella se debe el haber desempolvado muchas óperas olvidadas del bel canto como Caterina Cornaro, o Hemina y Vergy. En esta ocasión interpretará por primera vez la Armide.
Esta inquietud la ha llevado a ampliar constantemente su repertorio, aunque esto le exigiera un esfuerzo adicional. La soprano dice sentir con estas obras un interés especial que le lleva a aprender una canción después de otra, espacialmente con el lied. Esto se explica en parte por su gran capacidad para memorizar las músicas.
"Personalmente trabajo un mes o dos con la obra antes de empezar con un pianista, pero a los 15 días de trabajarla ya la he memorizado", dice la Caballé. "Luego viene pensar cómo voy a hacer cada cosa".
De la Armide lo que más le atrae son los recitados. "Suponen una gran revolución", dice. "Aunque son muy peligrosos para la voz, ya que además de requerir
Babelia
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