Estados Unidos y la crisis sudanesa

Si hubiera que fiarse de las apariencias, Numeiri debería sentirse más que satisfecho con la acogida que se le ha dispensado en Washington. Calificado de aliado importante de Estados Unidos, colmado de elogios por las medidas positivas que ha adoptado recientemente, el presidente sudanés ha sido calurosamente recibido por Reagan. ( ... )Numeiri ha viajado a Estados Unidos con el fin de solicitar la ayuda económica que necesita para salvar su régimen de la bancarrota. ( ... )

Sudan, efectivamente, debe encontrar los medios de alimentar no sólo a su propia población afectada por la sequía, sino también a los centenares de miles de refugiados que han huido del hambre desde países fronterizos. ( ... ) Por otra parte, la agricultura está en declive; la infraestructura, a punto de colapsarse, y la embrionaria industria, casi paralizada. La escasez de divisas ha dado lugar a una preocupante penuria de petróleo y de los bienes de producción que utilizan esta energía. Las entidades extranjeras de préstamo se niegan a conceder créditos a un país que ha acumulado en pocos años una deuda exterior de 9.000 millones de dólares, y que no dispone siquiera de los medios económicos para hacer frente a los intereses derivados de esa cantidad. La totalidad de la ayuda estadounidense, prevista para el ejercicio actual, no bastaría para pagar tal deuda.

Sin embargo, Sudán es el país africano, a excepción de Egipto, que más se beneficia de la ayuda americana. Pero como ha señalado un portavoz del Gobierno americano, "Estados Unidos no está en condiciones de solucionar los problemas de Sudán únicamente mediante provisiones de fondos. Es Numeiri quien debe adoptar otras medidas suplementarias para controlar la situación política y económica.

Evidentemente, el Gobierno estadounidense no se preocupa demasiado por la agitación que se vive en Sudán y que, según algunos observadores, podría desestabilizar peligrosamente el régimen sudanés.

,4 de abril