El Ministerio de Cultura recordará con conferencias y mesas redondas el centenario de Ezra Pound

El Ministerio de Cultura celebrará el primer centenario del nacimiento del poeta americano Ezra Pound -el 30 de octubre- con un programa integrado por mesas redondas y conferencias, una vez desestimado el homenaje propuesto por el poeta y traductor José María Álvarez, consistente en que una treintena de escritores se trasladase a Venecia, ciudad en la que vive la viuda de Pound, para recordar durante cuatro días la obra del autor de Cantos pisanos. Al margen de los planes oficiales, la peregrinación a Venecia ha sido aplazada hasta septiembre.

Mientras ambas iniciativas terminan de ser diseñadas, aún persiste la polémica creada a raíz de la desconvocatoria que hubiera llevado hasta Venecia la peregrinación de escritores promovida por José María Álvarez y financiada con 2,5 millones del Ministerio de Cultura. Sin embargo, según asegura ahora Juan Manuel Velasco, director del gabinete del ministro de Cultura, Javier Solana, en su opinión no hay razón para la polémica o el desencanto: "Porque nunca hubo tal desconvocatoria por parte del Ministerio, ya que aquí se nos hizo una propuesta -concretamente, al subsecretario, Mario Trinidad- ante la que nosotros respondimos que se estudiaría. Una vez visto el plan, su coste y su escasa repercusión, se respondió que no".

Juan Manuel Velasco añade que el promotor de la idea había asegurado que la peregrinación contaba con un respaldo internacional que después se vio que era inexistente. "Antes de que nosotros nos pronunciáramos sobre su propuesta , Álvarez se instaló en el Ministerio, desde mediados de enero, hasta que a finales de febrero se le dio el no definitivo. Él trajo una lista de adhesiones que luego poco tenía que ver con la de viajeros, y aquí se decidió que con fondos públicos no se podía financiar esa iniciativa".

La versión de José María Álvarez difiere sustancialmente de la de Velasco: "En enero planteé la idea a Mario Trinidad. Le dije que el coste del viaje sería de unos dos millones de pesetas, y él mismo lo amplió, verbalmente, hasta 2,5 millones. Trinidad me llevó al despacho del coordinador económico del Ministerio, Julio Camacho, e incluso puso a mi disposición una secretaria para organizar el homenaje. Y también me puso en contacto con Antonio Hernández, asesor del ministro, quien desde el primer momento intentó bloquear mi trabajo".

"Conseguí la colaboración" -añade Álvarez- "del Ministerio de Asuntos Exteriores, donde pusieron a nuestra disposición el Instituto de Roma; logré la colaboración de la Embajada americana. Pero empecé a ver que lo que yo hacía se deshacía a mis espaldas. Pedí explicaciones a Mario Trinidad y me dijo que el viaje quedaba anulado, que la idea era buena, pero que sería Antonio Hernández la persona encargada de organizar el homenaje".

Álvarez asegura que el homenaje por él promovido se va a realizar de todas formas: "Iremos en septiembre, y será pagado por todos nosotros y con los fondos que recaude el comité organizador que hemos nombrado". Cuando se le dice que la financiación del Ministerio de Cultura podría ser entendida como una iniciativa por la que se benefician unos cuantos amigos con ganas de viajar, Álvarez responde que eso es absurdo: "Íbamos a ir en autobús y a alojarnos en hoteles de una categoría inferior a la que yo estoy acostumbrado".