Protestas por la construcción de un 'camping' en las dunas del litoral cántabro

SantanderLa concesión de la primera licencia de obra, a la que previsiblemente seguirán otras, para construir un camping en las dunas de la playa de Oyambre, situada en la zona occidental de Cantabria, entre los ayuntamientos de Valdariga y San Vicente, ha suscitado un amplio movimiento de protesta en la región. Las quejas se basan en que esa zona está considerada como uno de los pocos parajes naturales del litoral cántabro que han sobrevivido a la especulación urbanística y existen en ella yacimientos arqueológicos, recientemente descubiertos, que podrían ser irreversiblemente dañados si se procede a esta urbanización.

El pasado domingo, cerca de 2.000 personas se concentraron, pese al intenso frío y a la lluvia, en la playa de Oyambre, respondiendo al llamamiento realizado por distintos colectivos ecologistas. Asimismo, el grupo socialista en la Asamblea regional cántabra presentó una proposición no de ley solicitando que la citada playa y su entorno sean declarados parque natural.

Por su parte, el vicepresidente del Ejecutivo cántabro, Ambrosio Calzada, quien estuvo presente en la concentración el pasado domingo, declaró su oposición al proyecto de urbanización.

Con las obras que se pretende realizar en Oyambre, además del posible peligro de desaparición de la playa, al modificarse su hábitat, los informes técnicos destacan la repercusión negativa que todo ello tendría sobre la ría de San Vicente, considerada de gran importancia biológica para el mantenimiento de los recursos pesqueros de la zona, ya que, además de la licencia concedida para la construcción del camping, se encuentran a la espera de autorización municipal otros proyectos urbanísticos.

De acuerdo con un estudio realizado recientemente, existen numerosos proyectos, bien en fase de planeamiento, bien con la correspondiente licencia de obra ya concedida, para construir cerca de 17.000 viviendas a lo largo de todo el litoral cántabro en los próximos años.

La fuerte demanda existente de segundas residencias, tanto desde Cantabria misma como de las regiones limítrofes, estaría en el origen dé este resurgimiento de la especulación urbanística en zonas hasta ahora respetadas.