Brasil, en vilo por el estado de salud del presidente electo Neves
Brasil, que tenía previsto vivir días de fiesta con la llegada de Tancredo Neves a la presidencia -el primer presidente civil en 21 años-, vive en las últimas horas momentos de extrema tensión. Desde la tarde del domingo, noticias sobre el súbito agravamiento del estado de salud de Tancredo Neves pusieron al país en estado de alerta
Río de JaneiroInternado en una clínica de Brasilia, Tancredo Neves no pudo asumir la más alta magistratura brasileña. La recuperación de una intervención para extirpar un divertículo intestinal se da de manera accidentada. Complicaciones respiratorias dieron paso a lo que inicialmente pudo ser un principio de pulmonía.En la tarde de ayer, los médicos descartaron la pulmonía y explicaron que, en realidad, el presidente electo de Brasil sufre de "estasis pulmonar", es decir, exceso de secrección pulmonar en la cavidad abdominal, presionando su pulmón izquierdo. Tancredo Neves tiene una fiebre que los antibióticos no lograron eliminar, y sufrió varios vómitos en la madrugada del domingo. Ayer su estado era, según declaraciones de los médicos y de sus familiares, bastante mejor.
Partes médicos cambiados
Sin embargo, el país sigue alarmado. Hubo un sensible cambio en los partes médicos. Los primeros afirmaban que el estado posoperatorio del presidente electo era "excelente", luego pasaron a decir que su estado es "satisfactorio". Tratándose de un paciente con 75 años, la preocupación es explicable.Si la salud del presidente electo mantiene al país en vilo, la salud política de la República aparenta estar en situación bastante más sólida. El domingo, el presidente en ejercicio, José Sarney, reunió por primera vez a los ministros del Gobierno y leyó el discurso que Tancredo Neves había escrito para la ocasión.
No hubo, como llegó a ser anunciada, ninguna declaración de gran impacto. Sin embargo, quedó definida la línea que será seguida por el Gobierno de lo que en Brasil se ha dado en llamar la nueva República: rigurosa austeridad en los gastos públicos y prioridad absoluta para el combate a la inflación, que el año pasado fue del 230% y que este año se acercará al 300%.
En su discurso, el presidente electo conminó a que los ministros hagan en un plazo de tres meses un completo estudio de la situación financiera de sus ministerios y de las empresas estatales vinculadas a ellos. Sólo entonces la nueva República podrá definir sus prioridades.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.