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Ángel García Roldán gana el I Premio Plaza y Janés de novela con una obra de inspiración latinoamericana

El finalista, entre 335 concursantes fue Germán Sánchez Espeso

El escritor Ángel García Roldán, ingeniero técnico de profesión y natural de Arévalo (Ávila), aunque residente en Madrid, se proclamó vencedor del I Premio Internacional de Novela Plaza y Janés, que fue fallado anoche en el Palau de la Música Catalana. La obra ganadora de este galardón -instituido por la editorial Plaza y Janés para conmemorar su 25º aniversario- fue Las Cortes de Coguaya, una novela cuyo ambiente se sitúa en un lugar del trópico latinoamericano. El autor premiado concurría al certamen con el seudónimo de Monseñor Rocatta. El premio se falló en el transcurso de una velada poco usual, en la que la cena habitual en estos casos fue sustituida por entrevistas y actuaciones presentadas por José María Íñigo.

El finalista del premio fue Germán Sánchez Espeso, que concurría con la obra En las alas de la mariposas. La novela de Sánchez Espeso fue, junto con la ganadora, la única que llegó a la sexta y última votación. Antes había quedado eliminadas las restantes 10 obras que habían llegado a esta fase final, sobre un total de 335 concursantes. El fallo del jurado fue unánime.La novela, según su autor, "es imaginativa y anárquica. Libro dinámico, lleno de historias, activo... he pretendido que sea sugerente". Ángel García Roura tuvo la idea para escribir Las Cortes de Coguaya durante una estancia en Colombia, concretamente en Cali. "He tratado de recrear un poco la fascinación que produce el mundo tropical".

La novela narra la vida en el pueblo minero colombiano de Coguaya, considerado como un todo con tierras y gentes, recuerdos y conflictos. La trama es muy rica en personajes, encabezados por los terratenientes de Coguaya, los Almeida. Reinaldo, un fugitivo de los traficantes de cocaína; Efraín Caicedo, dueño del bar y colaborador de la guerrilla, o el comisionado Bedoya, representante del gobierno, son algunos de ellos. La acción del libro se desarrolla en tres días.

Escritor e ingeniero

El escritor premiado no tiene una profesión relacionada con la literatura o las letras, sino que es ingeniero técnico. "Escribo porque es algo estupendo, algo maravilloso, pero para mí no deja de ser una magnífica afición. No pienso dejar mi profesión. Vivir de la literatura en este país es imposible", afirmó. Acerca del curioso seudónimo -Monseñor Rocatta- con el que concurrió al premio, García Roldán dijo que "es un seudónimo que ya he utilizado otras veces y me ha dado buena suerte".La presidenta del jurado, la académica Elena Quiroga, dijo de la novela ganadora que "tiene calidad y creo que interesará mucho, especialmente por su tratamiento del idioma. El autor es un español que ha vivido en Latinoamérica y es interesantísimo ver cómo trata los modismos latinoamericanos, el universo de la lengua.

Ángel García Roldán nació en Arévalo (Ávila), el 17 de diciembre de 1946. Por voluntad expresa de su padres no asistió al colegio hasta los 10 años, recibiendo las primeras letras de un profesor particular. Al terminar el bachillerato, se trasladó a Madrid donde estudió la carrera de Ingeniero Técnico en Obras Públicas, profesión que ejerce actualmente en la empresa Dragados y Construcciones. Vivió durante un año y medio en Irlanda y otro tanto en Inglaterra. Por motivos de trabajo, ha residido en Irán durante dos años, y en Cali (Colombia) durante seis meses. Esta última estancia es la que le sirvió para escribir Las Cortes de Coguaya, la novela presentada al premio, hasta el punto de que, algunos de los jurados, entre ellos Raymond Williams, especialista en literatura colombiana, creían encontrarse frente a un autor de esta nacionalidad.

En los últimos años, Ángel García Roldán ha concurrido a un buen número de premios literarios, ganando varios de ellos, como el Villa de Móstoles o el Ceuta, ambos de narrativa. Su primera y hasta el momento única novela publicada se titula Todo el peso del silencio y fue el libro de otoño en 1984 de la colección Las cuatro estaciones que edita Argos Vergara. Todo el paso del silencio narra la peripecia de un espía rumano en Francia.

La fiesta literaria de Plaza y Janés rehuyó la consabida cena con autoridades y celebró la final en el Palau de la Música Catalana, con José María Íñigo de maestro de ceremonias. Para paliar la aburrida espera de los invitados hasta el veredicto, Íñigo entrevistaba en el escenario a distintos invitados (Joaquín Calvo Sotelo, Antonio de Senillosa, Mingote, la académica Carmen Conde). Actuaron Núria Feliu, Pedro Lavirgen, un conjunto de jazz y la Coral Cantiga.

Al premio se presentaron 335 originales de los que una docena pasaron ala final. El jurado estaba integrado por la novelista y acadérnica Elena Quiroga Elena Quiroga; el hispanista Raymond Williains; el presidente del Gremio de Libreros de Barcelona, Josep María Blasi; el editor Virgilio Cuesta y el director literario de Plaza y Janés, Josep Maria Moya. Actuó de secretario sin voto Enric Badosa, director literario del departamento de Lengua Española de Plaza y Janés. El premio está dotado con cinco millones de pesetas. El galardón para el finalista tiene una dotación de 1.500.000 pesetas. El finalista Germán Sánchez Espeso, no estaba presente. Ganador y finalista del premio reciben, además de la dotación en metálico, una pieza del escultor Josep María Subirachs.

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