Washington y Moscú dicen acudir a Ginebra dispuestos a eliminar las armas nucleares
Soviéticos y norteamericanos comienzan mañana en Ginebra nuevas negociaciones sobre control de armamento nuclear. Las delegaciones de ambas superpotencias se encuentran ya en la ciudad helvética, y los jefes de cada una de ellas, el norteamericano Max Kampelman y el soviético Viktor Karpov, han manifestado que el objetivo que pretenden alcanzar con estas negociaciones es la "completa eliminación de las armas nucleares".Kampelman, que llegó a Ginebra el sábado encabezando una delegación de 90 personas -en la que se encuentran sus segundos, expertos en asuntos soviéticos, especialistas en armamento, intérpretes y secretarias-, manifestó: "Estamos dispuestos a construir un puente hacia un acuerdo general de mayor estabilidad pasando por la reducción y posterior eliminación de las armas nucleares".
El jefe de la delegación norteamericana reconoció que las "diferencias (con los soviéticos) sobre las cuestiones de las armas nucleares son profundas", y de ello deduce que "sería una tontería esperar que quedaran salvadas de la noche a la mañana".
Karpov llegó a Ginebra ayer por la mañana al frente de una delegación de unas 80 personas con las mismas cualificaciones que la parte norteamericana. A su llegada a la ciudad suiza, el diplomático soviético calificó de objetivo "verdaderamente histórico" los propósitos de Moscú de llegar a "la eliminación completa y en todos los terrenos de las armas nucleares".
Según Karpov, la delegación soviética estará "constantemente guiada por el principio de la igualdad y con la exclusión de obtener ventajas unilaterales para las partes negociadoras".
Soviéticos y norteamericanos se muestran muy conciliadores en estos momentos previos. A las palabras pronunciadas por Karripelman a su llegada a Ginebra, en las que prometía "escuchar positiva y pacientemente" las propuestas soviéticas y "explorar a fondo y responsablemnete todos los caminos" que pudieran llevar a la paz, respondió ayer Karpov diciendo que tenía instrucciones de "participar en las conversaciones con espíritu constructivo y dispuesto a encontrar soluciones eficaces".
Ni Kampelman ni Karpov se han referido, a su llegada a Ginebra, a la más profunda diferencia entre soviéticos y norteamericanos: la Iniciativa de Defensa Estratégica, también conocida como guerra de las galaxias, propuesta por Ronald Reagan. Fue ayer la Prensa soviética la que se refirió en términos críticos a esta cuestión. "Los intentos de probar que el programa de guerra de las galaxias es defensivo y contribuye a la estabilidad estratégica es uno de los ejemplos de la lógica deformada de Washington", se leía en Pravda