El presidente recibirá tratamiento de jefe de Estado

El presidente Felipe González, que viaja esta mañana a Argel, efectúa a partir de hoy su primera visita como jefe del Gobierno a Argelia en donde, para marcar la importancia que conceden a este viaje, sus anfitriones argelinos le dispensarán tratamiento de jefe de Estado. El propio presidente argelino, Chadly Benyedid, le recibirá hoy en el aeropuerto, y le despedirá el martes, al término de la estancia.Se trata de una deferencia que Benyedid sólo ha realizado tres veces en el pasado con huéspedes que no eran jefes de Estado, como los presidentes del Gobierno griego y canadiense, Andreas Papandreu, y Pierre Trudeau, respectivamente, y con el vicepresidente norteamericano, George Bush.

Felipe González será alojado en el palacio Djenane Al Mithaq, donde residen los jefes de Estado que visitan Argelia. Españoles y argelinos hablan ya en Argel de "inicio de una nueva etapa" en las relaciones entre España y Argelia, aunque también puede hablarse de primera etapa en las relaciones del Gobierno socialista español y el Gobierno revolucionario argelino.

El contencioso a propósito del gas, en efecto, afectó a estas relaciones en los últimos tres años, que son los que el partido socialista lleva en el poder.

Como dato muy significativo, la mayor parte del tiempo que pasará Felipe González en Argel lo empleará en conversaciones a solas con el presidente Benyedid, y de ambos con sus respectivas delegaciones.

Las empresas españolas que trabajaban o trabajan en Argelia, entre las cuales las de obras públicas y construcción tienen un peso preponderante, acogieron con satisfacción el acuerdo firmado el pasado 23 de febrero, después de unas negociaciones iniciadas tras la visita del vicepresidente Alfonso Guerra a Argel, el primero de noviembre de 1984, y estiman que ello les permitirá "poco a poco", como dicen los argelinos, recuperar el espacio perdido en el mercado argelino. Algunos directores de estas empresas se preguntan el porqué de un retraso de dos años en resolver el contencioso del gas ya que al final, España aceptó el precio político y que esta claúsula se mantenga en el futuro, así como que el contrato se prolongue por diez años más de lo previsto, hasta el año 2004.

Algunos de ellos afirman que el segundo plan quinquenal argelino 1984-1989 ya está en marcha, y todos los competidores de las empresas españolas colocados ventajosamente en él. Sostienen que salvo que del actual viaje de Felipe González resulte una decisión política argelina que permita la recuperación acelerada del mercado por las empresas españolas, éstas tardarán unos dos años en recuperar parte del mercado argelino que habían logrado. Otras habrán perdido de manera irrecuperable algunos contratos y por último, algunas otras perdieron algún contrato sustancioso que les había sido ya adjudicado como, por ejemplo, la construcción del puerto de Jijel.