Los excedentes empresariales crecieron uun 29% en 1984, según el avance de la Contabilidad Nacional

Los excedentes empresariales crecieron durante el pasado año un 29%, cuatro veces más que el 7% estimado para la remuneración de los asalariados. Ambas cifras aparecen en el avance de la Contabilidad Nacional, que el Instituto Nacional de Estadística (INE) entregó el pasado jueves al Ministerio de Economía y Hacienda, y que será sometido a revisión. A juzgar por tales porcentajes, las mayores tasas de inflación y de destrucción de empleo han redundado en un reparto más desigual de la renta que el ya previsto inicialmente por el Gobierno. Estos datos han vuelto a poner de relieve, según analistas privados, que la mera acumulación de excedentes no resuelve el problema de la inversión, cuya caída ha cifrado en el 3,5% el INE.

Si finalmente el INE mantiene sus datos, la ganancia de los excedentes brutos en porcentaje sobre el Producto Interior Bruto (PIB) se aproximará a tres puntos (hasta cerca del 46%), con la consiguiente pérdida para la remuneración salarial.Por el momento, las instrucciones dadas desde el Ministerio de Economía y Hacienda al INE para que contraste su avance, se han plasmado en los preparativos para una reunión entre los responsables de la Contabilidad Nacional y representantes del Banco de España, Dirección General de Previsión y Coyuntura y Secretaría de Estado de Comercio. La sesión está convocada en principio para el viernes. Aunque las fuentes informativas reiteraron la resistencia observada entre los contables nacionales a corregir sus cifras y que el INE utilizó tantos o más datos e indicadores que otros años, dentro de una semana podrá conocerse el fruto del contraste.

Hasta entonces,, puede afirmarse que las últimas estimaciones de la Contabilidad Nacional ofrecen uno de sus mayores contrastes con los objetivos del Gobierno en la evolución de salarios y excedentes (beneficios, amortizaciones y gastos financieros). El Ejecutivo había previsto al elaborar los Presupuestos del Estado para 1984 que la ganancia en porcentaje de PIB (es decir, de valor añadido en la producción de bienes y servicios) sería de 1,2 puntos, frente a los tres resultantes. Se calculaba que el excedente por unidad producida subiría un 15,5% (el 2,5% del PIB lo elevaría hasta el 18,4%). Pero luego la realidad ha desbordado los objetivos, como han señalado las estimaciones sobre los históricos crecimientos en el cash flow (beneficios más amortizaciones) de diversos grandes sectores.

Aumentos de beneficios

Por ejemplo, el incremento ha sido del 40% en las eléctricas, según afirmaba la pasada semana en unas jornadas de transparencia informativa el secretario de Estado de Economía, Miguel Ángel Fernández Ordóñez. Algo similar ha ocurrido en las cajas de ahorro (véase EL PAÍS 9.3.85). Un poco más bajo, pero dentro de altos niveles, ha sido el balance de la banca. Y se han registrado cifras históricas en empresas exportadoras, beneficiarias por término medio de precios superiores al 12% y aumentos reales del 14% en las ventas al exterior.Entre los elementos que han contribuido a desbordar los objetivos, tanto por el lado de las remuneraciones como de los excedentes, figuran el mayor alza de los precios en tasa interanual y la también superior caída del empleo asalariado. En efecto, el deflactor global (precios a lo largo del año en el consumo, la inversión y el sector exterior) ha sido del 11,8%, en lugar del 10,9% previsto. Igualmente, hace año y medio se esperaba que la población ocupada crecería en 182.000 personas, equivalente al 1,7%; y la Encuesta de Población Activa (EPA) ha reflejado una caída superior al 3% sin descontar la reforma del empleo comunitario y más del 2% con su efecto.

Casi invariables los salarios por haber sido fijados al comenzar el año, las empresas -recuérdese que la Contabilidad Nacional incluye entre los excedentes empresariales las rentas de las explotaciones agrícolas- han pagado menores costes salariales por unidad producida. Y ello porque el 2% de crecimiento económico, unido a la fuerte reducción del empleo asalariado, ha elevado la productividad global.

Por su parte, las remuneraciones de los asalariados -según los salarios pactados en convenio, los deslizamientos y las cotizaciones a la Seguridad Social pueden haber crecido algo más del 8,5%. Pero la baja del empleo asalariado ha dejado el conjunto de las remuneraciones en el 7%.,

Estos fenómenos no sólo han sido observados por el INE, sino los principales servicios de estudios privados. Por ejemplo, Coyuntura Económica, de las Cajas de Ahorro, daba la pasada semana un 7% en la remuneración de los asalariados y un 22% en los excedentes brutos de explotación. En el cuadro adjunto figuran los netos, es decir, después de restar el consumo de capital.

A la vista de que la mejora de los excedentes en los últimos años no ha redundado en la inversión, dicha publicación destacaba que "las relaciones entre excedentes empresariales e inversión no son, en todo caso, inmediatas". Y ante las dos hipótesis académicas en discusión (los excedentes se transforman sin más en inversiones, o hacen falta perspectivas de crecimiento de la demanda interior o exterior), se sumaba a la segunda y concluía que "la mera acumulación de excedentes no resuelve el problema de la inversión privada".