Una empleada de pompas fúnebres de Barcelona, encarcelada por denegación de auxilio a la justicia
Una empleada del Servicio Municipal de Pompas Fúnebres de Barcelona ingresó ayer en prisión por orden del juez de guardia, Luis Fernando Gómez Vizcarra, bajo la acusación de denegación de auxilio a la justicia, en relación con el traslado de un cadáver. Otros dos empleados del mismo servicio fueron detenidos por la policía por orden del juez, pero quedaron en libertad una vez interrogados. Al tiempo que ordenaba su ingreso en prisión, el juez dio instrucciones para que la detenida fuera puesta en libertad mañana, domingo.Según la versión recogida por este diario en el servicio de pompas fúnebres, a las tres de la madrugada de ayer el juez de guardia se puso en contacto telefónico con aquel servicio y reclamó de la funcionaria que se hallaba al frente de la guardia que localizara inmediatamente a un médico adscrito al registro civil para que certificara las causas de un fallecimiento. Dicha funcionaria, Mercedes Moreno Díez, se negó a cumplimentar esta exigencia, alegando que no era de su competencia. La conversación subió de tono y la empleada le colgó el teléfono al juez.
Poco después se personó en aquel servicio la policía que, por orden del juez, detuvo a tres personas: la funcionaria antes citada, que pertenece al departamento comercial, y a dos subalternos. Estos dos últimos fueron puestos en libertad tras ser interrogados por el juez, pero la mujer ingresó en la cárcel en detención preventiva, acusada de denegar auxilio a la justicia. Esta versión no pudo ser contrastada en medios -judiciales. El juez Gómez Vizcarra estuvo ayer ilocalizable, al parecer disfrutando de un permiso.
El incidente tiene su origen en el fallecimiento del anciano Julián Valentín Fernández, de 83 años, a últimas horas de la tarde del día anterior. Según explicó a este diario uno de sus hijos, el anciano había permanecido ingresado en el hospital Clínico de Barcelona por espacio de un mes, operado de una lesión en el fémur, que se complicó más tarde con una neumonía. Sobre las siete de la tarde del jueves el enfermo fue dado de y trasladado a su domicilio. Una hora más tarde fallecía en su domicilio.
La familia del fallecido requirió al servicio funerario para que trasladara el cadáver a las capillas de esta entidad, pero los empleados municipales les exigieron un certificado médico sobre las causas de la muerte. La familia intentó obtener, infructuosamente, tanto en el hospital Clínico como en la Seguridad Social, que un médico acudiera al domicilio. En el Clínico, según el relato del familiar antes citado, les aconsejaron que acudieran al Juzgado de Guardia.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.