El gas argelino

En su número del pasado sábado me citan en una información como responsable de las cantidades de gas contratadas con Argelia, que han ocasionado los problemas conocidos. Como tal afirmación es contraria a la verdad, le ruego publique esta aclaración, en la que acompaño pruebas documentales de todas mis afirmaciones.El primer contrato de gas realizado por una empresa española con Argelia fue en abril de 1972, cuando Catalana de Gas contrató en este país 1.500 millones de metros cúbicos anuales durante un período de 15 años para su consumo en la ciudad de Barcelona. Un año después, en 1973, el entonces presidente del INI, Claudio Boada, negoció con las autoridades argelinas la compra adicional de 4.500 millones de metros cúbicos anuales durante un período de 20 años, con destino a Enagas, empresa dependiente de ese instituto, y para su consumo en diversas provincias españolas fuera de Cataluña, donde operaba Catalana de Gas. La realización de dicho contrato fue aprobada por el consejo del I.NI, en su sesión del 19 de julio de 1973, y por el Gobierno, en el Consejo de Ministros de 26 de julio de ese mismo año.

Las razones de este contrato eran la reducción de la dependencia petrolera de España, situándonos en niveles más acordes con los esquemas de consumo europeos, donde el gas representaba el 14% del aprovisionamiento, frente al 170 en nuestro país. Para dar cumplimiento formal a estos acuerdos, Rafael del Pino, entonces presidente de Enagas, firmó el 6 de octubre de 1973 un protocolo donde se pactaban las cantidades y la famosa claúsula take orpay existente en todos los contratos de gas. Dicho protocolo pasó a contrato definitivo el. 3 de marzo de 1974, firmando también dicho contrato Rafael del Pino. En aquellos momentos, por tanto, el compromiso global de compra de España con Argelia ascendía a 6.000 millones de metros cúbicos anuales.

En agosto de 1975, y ocupando yo entonces la presidencia de Enagas, Argelia renegoció la totalidad de las cláusulas económicas de sus contratos de gas para tener en cuenta la multiplicación por cinco del precio del petróleo. Esta ocasión fue aprovechada para reducir las cantidades comprometidas por España desde 6.000 a 4.500 millones de metros cúbicos al año. En cuanto al precio, la fórmula pactada ha representado una ventaja para España de casi un 30% menos que la obtenida en otros contratos europeos que ahora, al parecer, Argelia reclama con efecto desde 1980.

El problema, sin embargo, se ha producido por no desarrollar Enagas las redes previstas en el acuerdo de Consejo de Ministros de 1973, donde se señalaban como zonas de consumo "las provincias Vascongadas, la zona Centro y la zona de Levante". En casi 12 años, Enagas ha desarrollado sólo el 65% de la red de distribución y menos de un 30% de la red de comercialización entonces prevista. Por esta razón, el afirmar que los problemas con el contrato se han debido a una contratación excesiva carece de sentido. Si el contrato fuera cumplido en su totalidad ' previa construcción de las redes necesarias, España cubriría con gas un 7% de sus necesidades energéticas, frente al 19% que hoy representa esta energía en los países de la CEE.- Luis Valero Bermejo. .