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Cuatro atracadores retienen a siete personas durante más de cinco horas en una oficina bancaria de Valencia

Un grupo de cuatro personas -tres hombres y una mujer- realizó ayer un atraco frustrado -con retención de rehenes- a la oficina número 4 del Banco Urquijo Unión de Valencia, situada en la calle de Jaime Roig. Uno de los atracadores, José Mula Balagueró, de 50 años de edad, natural de Cervera (Lérida), celador de la compañía eléctrica FECSA y residente en Calaf (Barcelona), resultó herido de gravedad a causa de varios disparos que efectuó contra él la policía. Los atracadores entraron en el banco sobre las 13.45, armados con tres revólveres del 44 y una escopeta de cañones recortados, y los rehenes -cuatro empleados del banco, dos policías nacionales y un cliente- fueron liberados a las 19.07.

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Los restantes atracadores, identificados tras abandonar su tentativa y entregarse a la policía, son: Virgilio Cenzano Mula, de 29 años, agente de comercio, natural de Manresa (Barcelona) y al parecer sobrino del herido; Claudio Urbano Molina, de 36 años, auxiliar administativo, nacido en Pedro Martínez (Granada) y residente en Barcelona, y María Soledad Hernández Caldino, de 20 años, de Sabadell y vecina de Barberá del Vallés (Barcelona). Los cuatro atracadaores han perpetrado, al parecer, otros dos asaltos a sendas oficinas de recaudación de contribuciones el día anterior en Valencia. Consiguieron llevarse 155.000 pesetas en una ole las oficinas y 255.000 en otra. Dos de ellos fueron reconocidos por el interventor de la oficina como autores de un atraco realizado en la misma el 28 de noviembre pasado y en el que consiguieron apropiarse de un millón y medio de pesetas. El 3 de diciembre, otro grupo de delincuentes consiguió robar 100 millones de pesetas en joyas de las cajas del banco, pero sus integrantes fueron detenidos horas más tarde.Ayer la intención del grupo era conseguir 60 millones de pesetas, según aseguraba uno de los atracadores que contestaba a primeras horas de la tarde el teléfono de la sucursal bancaria a las llamadas de los medios informativos. Solicitaba un coche y garantías de que no les pasaría nada para poner en libertad a los rehenes, a la vez que aseguraba que estaban "dispuestos a todo". El jefe de Policía de Valencia, Carlos Gómez de Ramón, y el delegado del Gobierno en la comunidad autónoma, Eugenio Burriel, permanecieron reunidos en el despacho del primero durante toda la tarde dirigiendo las operaciones policiales.

Cuando el grupo entró en el banco, poco antes de la hora de cerrar, se encontraban en la oficina cinco empleados, entre ellos el director, Ernesto Bacharach, y un cliente, José Luis Cruz. Alguno de los empleados debió de hacer sonar la alarma, porque poco después dos miembros de la Policía Nacional, un número y un cabo, entraban en la sucursal, pero los secuestradores lograron reducirlos y se apropiaron de sus armas.

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