Los uruguayos recuperan su poder legislativo tras 12 años de dictadura
Hoy, en una reunión solemne de la Asamblea, prevista para esta tarde, quedará formalmente constituido el poder legislativo en Uruguay después de 12 años de dictadura militar. La fecha, considerada histórica por los dirigentes políticos, empezando por el presidente electo, Julio María Sanguinetti, también será señalada por los trabajadores, que paralizarán sus actividades mientras se desarrolla la sesión parlamentaria.
A esa hora también están convocadas diveras concentraciones populares en las inmediaciones del hermoso edificio de mármol que sirve de sede al Parlamento, con varios actos donde quede de manifiesto la alegría por el primer paso para constituir uno de los poderes democráticos.Los legisladores electos vivieron la primera emoción el pasado martes cuando, al cesar la intervención militar del edificio, pudieron recorrer sus pasillos por primera vez en más de una década. Luego, en la tarde de ayer, jueves, se realizaron dos sesiones preparatorias de las cámaras de senadores y diputados, donde, entre otros puntos, se trató la elección de sus mesas presidenciales.
El senador Jorge Batlle, el más votado de la lista vencedora en las pasadas elecciones de noviembre, será designado provisionalmente como presidente de la Asamblea General, recayendo sobre él mismo el honor de dirigir el primer discurso a sus colegas y a todo el país.
Posteriormente, el primero de marzo, Batlle será el encargado de tomar juramento al vicepresidente de la República, Enrique Tarigo, a quien corresponderá a partir de entonces presidir la Asamblea.
Si bien estas primeras sesiones serán protocolarias, se espera que ya la semana próxima el Parlamento comience a considerar una serie de leyes de emergencia, las más importantes de las cuales estarán referidas al área económica y de la enseñanza, para cuya aprobación ya existe acuerdo previo.
Pero, pese a la importancia de todos esos temas, el ambiente político se ha visto sacudido por unas declaraciones del actual comandante en jefe del Ejército, Hugo Medina, referidas a la posibilidad de que las fuerzas armadas den un nuevo golpe de Estado.
El militar, consultado por la Prensa tras la toma de posesión del presidente de la República interino, Rafael Adiego, dijo que, en caso de reiterarse hechos similares a los de 1973, las fuerzas armadas volverían a actuar como en aquella oportunidad.
Esa afirmación, rechazada de inmediato por la totalidad de los dirigentes políticos, merecerá seguramente la atención de los legisladores, muchos de los cuales han adelantado su intención de establecer claramente el sometimiento del poder militar al poder civil, informando que para ello se presentarán iniciativas legislativas que deroguen todo tipo de compromisos que aten al poder ejecutivo a los mandos militares.
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