La policía reconoce que las joyas recuperadas en San Sebastian sólo son parte del botín del asalto al Banesto
Las joyas recuperadas en San Sebastián por la policía son tan sólo una parte del botín del asalto, el pasado día 31 de enero, a las cajas de seguridad de la sucursal del Banesto en la madrileña plaza de la Lealtad, y no la totalidad como en un primer momento pensaron los investigadores del caso, según informaron ayer fuentes policiales. Las joyas recuperadas pesan unos 15 kilos y fueron valoradas ayer por un experto en 200 millones de pesetas. El resto de lo robado -1.000 millones, según estimación policial- se cree que ha sido llevado a Francia.
La Brigada Regional de Policía Judicial de Madrid, tras un detenido estudio lo recuperado en San Sebastián, trabaja ahora sobre la hipótesis de que esas joyas pueden ser aquellas que los asaltantes pensaban vender en España como oro al peso y como piedras preciosas en bruto, sin engastar. El grueso del botín estaría, según esa hipótesis, fuera de España, tal vez en Francia, donde los atracadores pensaban venderlo a traficantes internacionales de alhajas. Esa posibilidad se refuerza por el hecho de que, según la policía, dos de los ocho componentes de la banda que asaltó el Banesto de la plaza de la Lealtad no han sido todavía detenidos. Los investigadores saben que uno de esos dos hombres, que se encuentran en paradero desconocido, fue el encargado de ocultar las armas, walkies talkies y demás instrumentos usados durante el atraco, que no han sido encontrados.El número de ocho asaltantes al Banesto ha sido calculado por la policía sobre la base de que siete hombres penetraron en la entidad y uno permaneció fuera, al volante de un coche, comunicado por walkies talkies con el resto y escuchando con un scaner o barredor de ondas la emisora policial. Recién comenzado el asalto, uno de los atracadores salió de la sucursal y se sumó al que esperaba fuera.
El paradero de las joyas encontradas fue revelado a la policía por el último de los 12 detenidos -tres de ellos puestos en libertad- hasta el momento por este asalto: José Luis Camacho Morales, que fue seguido hasta San Sebastián por miembros de la citada brigada y allí fue detenido. José Luis Camacho había escondido los 15 kilos de joyas en una maleta Gladiator de color gris, que había protegido con un saco de plástico y enterrado en una ruinosa caseta rodeada de maleza, en un descampado situado al final de la donostiarra calle de Markezabal. Camacho, que ayer fue puesto a disposición de la autoridad judicial, residía en una vivienda próxima.
En relación al botín total conseguido en las 71 cajas desvalijadas por los asaltantes, fuentes policiales y judiciales confirmaron ayer que la cifra más razonable es la que ya se había adelantado de 1.200 millones de pesetas. Hasta el momento sólo han denunciado el robo 24 de los afectados, en su mayoría mujeres. De ellos, sólo 14 han efectuado una valoración precisa del contenido de las, cajas Esas valoraciones dan un monto global de 250 millones de pesetas en joyas y unos 14 millones más en dinero español y divisas, lo que confirma la media de unos 20 millones de pesetas por caja que manejan los investigadores desde el pasado lunes.
Afectados sin identificar
Pese a que ninguna de las fuentes consultadas ha querido revelar la identidad de los denunciantes, entre los mismos se encuentra la esposa de un ex ministro del anterior régimen, cuya identidad no ha podido ser conocida. Algunos de los denunciantes residen en viviendas de las -calles Alfonso XIII, Alberto Bosch y Antonio Maura, y del Paseo de Recoletos. Cuando ha pasado más de una semana desde el suceso, ningún directivo o portavoz de Banesto ha querido informar acerca del robo de las 71 cajas de seguridad de su sucursal de la plaza de la Lealtad. Los directivos y empleados de la entidad atracada recibieron la consigna de guardar absoluto silencio. Tampoco en la sede central de Banesto fue posible obtener respuesta alguna sobre cuestiones tales como la valoración de lo robado, la existencia o inexistencia de pólizas de seguro sobre el contenido de las cajas de seguridad, la inexistencia de guardas jurados en la sucursal asaltada o la explicación de que resultara tan fácil a los delincuentes forzar las cajas. El jefe de relaciones con la Prensa de Banesto no se encontraba estos días en su oficina. Su sustituta afirmó en varias ocasiones: "No he recibido instrucciones para dar una nota informativa". Remitió a Miguel del Valle, subdirector general de la entidad y encargado de las relaciones públicas, cuya secretaria, tras decir que "EL PAÍS ya ha informado mucho sobre este asunto", concluyó: "El subdirector está superatareado, con muchísimas reuniones y no sé si usted va a poder localizarlo".
La situación de las nueve personas cuya prisión provisional fue confirmada o decretada el pasado miércoles por Jose María Bento Company, titular del juzgado de Instrucción número 4 de Madrid, no varió ayer. Seis hombres permanecían en la prisión de Carabanchel, y tres mujeres, en la de Yeserías. Cinco de los hombres están acusados de haber participado directamente en el atraco, y sobre las otras cuatro personas existen acusaciones de complicidad y encubrimiento. Daniel Pont, acusado por la policía de ser el asaltante que permaneció fuera de la entidad, continuaba ayer la huelga de hambre emprendida el miércoles para reivindicar su inocencia. Pont no fue reconocido por los testigos ni se le hallaron divisas.
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