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Nueva Zelanda provoca una crisis en su alianza militar con EE UU y Australia

AGENCIASLa firme negativa del Gobierno laborista de Nueva Zelanda a admitir la entrada en sus puertos de buques estadounidenses con armamento nuclear ha provocado la suspensión de unas maniobras conjuntas y una grave crisis en el pacto militar entre EE UU, Australia y Nueva Zelanda (ANZUS).

El primer ministro neozelandés, David Lange, denegó definitivamente el lunes el permiso a arribar en puertos del país al destructor norteamericano USS Buchanan, dado que Estados Unidos no daba garantías de que el buque no portara armamento nuclear.

El Departamento de Estado norteamericano confirmó ayer la suspensión de las maniobras Sea Eagle, previstas para marzo, y acusó al Gobierno neozelandés de asestar "un duro golpe" a la alianza militar del sur del Pacífico. La actitud de Nueva Zelanda supone, según Washington, "un problema de grave preocupación que afecta a los fundamentos de nuestras obligaciones mutuas como aliados". En Washington se alzaron ayer voces pidiendo represalias contra Nueva Zelanda, tales como prohibir su participación en futuras maniobras militares u otras de carácter económico, como sacar al mercado excedentes de mantequilla almacenados en Estados Unidos que perjudicarían gravemente a las exportaciones neozelandesas de este producto.

El Gobierno laborista de David Lange accedió al poder en julio del pasado año, tras una campaña electoral basada en gran medida en su política antinuclear.

El primer ministro de Nueva Zelanda aseguré que no permitiría buques con propulsión o armamento nuclear, y ante las anunciadas maniobras militares señaló: "Agradecería que los norteamericanos propusieran un buque del que yo sepa que no cuenta con armamento nuclear". No obstante, Estados Unidos se niega desde hace años a revelar qué barcos de su flota cuentan con armamento nuclear.

El conflicto entre Nueva Zelanda y Estados Unidos sume a la ANZUS en la crisis más grave de los 34 años de su historia. Australia pidió ayer la convocatoria de conversaciones para buscar fórmulas que garanticen la seguridad en la región.

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La agencia soviética Tass acusó a Washington de lanzar una "viciosa campaña" contra Nueva Zelanda por su actitud antinuclear. Según la agencia soviética, el Departamento de Estado norteamericano reaccionó con "irritación irreprimida".

Según informaciones procedentes de Wellington, capital de Nueva Zelanda, el primer ministro recibió ayer más de 2.000 telegramas de apoyo felicitándole por su actitud.

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