Tessa de Baviera es una aristócrata habitual de las fiestas y los negocios de la alta sociedad

La doncella de las niñas, dos adolescentes entre los 15 y los 18 años, explicó por teléfono que María Teresa, Tessa, de Baviera, presuntamente implicada en este caso de evasión de divisas, no se encontraba ayer en casa. La misma doncella, que afirmó llevar 11 años en la casa y ser de toda confianza, aseguró que en ese momento no podía contestar si Tessa de Baviera se encontraba detenida o supuestamente implicada, "porque estoy sola con las niñas, y una de ellas tiene 15 años. LLame una hora más tarde". Pero el teléfono no dejó de comunicar después. Según fuentes policiales, Tessa de Baviera no se encontraba ayer detenida.Estilizada, con cierta pose de escultura maquillada y sonriente, Tessa de Baviera, cercana ya a los 40 años, es hija del infante Eugenio de Baviera, sobrino de Alfonso XIII, quien, como hacía con todos los sobrinos, regaló al anterior un coche al finalizar sus estudios militares y de arquitectura. El abuelo de Tessa de Baviera, Fernando María, se casó con una hermana de Alfonso XIII que a la vez era su prima. El bisabuelo, Luis Fernando, se desposó con la infanta Paz, hermana de Alfonso XII. Tessa de Baviera es, por tanto, prima segunda del Rey, aunque no pertenece al círculo de la Familia Real ni mantiene relaciones frecuentes con los Reyes.

Su imagen aparece en todas las listas de las mujeres más elegantes del país, fianqueada por Isabel Preysler y Marisa de Borbón. Son tres asiduas de las revistas del corazón, acostumbradas a copar las principales fiestas y los altos negocios de las relaciones públicas. Hermana de Fernando de Baviera, el primogénito de la familia, y de Cristina, condesa de Ordiel, casada con Juan Manuel Urquijo, Tessa de Baviera, que veraneaba en Montecarlo de niña, terminó casándose con Alfonso Márquez Patiño, tercer hijo del duque de Grirnaldi y cónsul de Mónaco en Marbella, donde dirige las relaciones públicas del hotel Los Monteros, y donde se le conoce con el título de marqués de Castro.

Separación matrimonial

Tessa de Baviera se separó hace cuatro años de Alfonso Márquez, marqués de Castro, accionista del Banco Coca en 1978, cuando éste se fusionó con Banesto y cuando el ministerio fiscal investigaba la presunta evasión de capital del primero. Alegre y simpático, el marqués de Castro no dejó, al parecer, a su ex esposa, en la boyante situación financiera que merecía una mujer de su rango.

Tessa de Baviera, que había estudiado Artes y Oficios -se diseña ella misma su vestuario-, decidió ponerse a trabajar. Una periodista que la entrevistó en los epígonos de la separación, recuerda el detalle de que la casa de la recién descasada no tenía calefacción. Sus contactos, su simpatía y su esplendoroso esqueleto, eran muy útiles para entablar cualquier negocio o representación. Además de organizar fiestas para la jet-set y de trabajar como relaciones públicas en un banco de Jerez y en unos grandes almacenes, Tessa de Baviera ha iniciado en estos últimos años varios negocios.

Ha exportado cerámica y porcelana española, así como alpargatas que compraba con otras señoras en un pueblo de Alicante; más tarde trabajó con la empresa Kane-Lane, dedicada al negocio de la bisutería fina, importada de Estados Unidos, pedruscos con estilo que Tessa de Baviera difundía entre sus amigas de la jet-set. Sus viajes a Estados Unidos, donde a menudo reside su hermana Cristina, son frecuentes. Sus trabajos de representación, gracias a su gran mundo, diversos.

Entrevistas

En los últimos meses, y "por ser amiga de la casa y demostrar grandes deseos de trabajar", comenzó a realizar entrevistas para Semana, según explica Julián Navarro, subdirector de la revista. El fichaje de Tessa de Baviera como periodista de lujo, réplica de los que habían hecho otras publicaciones con Isabel Preysler Y Marta Chávarri, produjo sus frutos. La nueva reportera logró realizar una entrevista a la condesa de Barcelona, por la que cobró 700.000 pesetas.

Por otras entrevistas, como la que hizo a la duquesa de Alba o a María Gabriela de Saboya -para realizar esta última se desplazó a Suiza- ha cobrado cantidades que oscilan entre las 200.000 y 700.000 pesetas, cantidad ésta que debe de ser el máximo que cobra.

El amor luce mucho en la vida de la jet-set y a Tessa se le han adjudicado varios romances, uno con un actor catalán. El último nombre conocido es Alberto Iriate, cónsul de Jordania, lo que avala la afición del azar a emparentarla con cónsules, aunque ahora la fortuna haya sido más generosa y le haya acercado a los países petrolíferos.