La policía busca al representante de Tabacalera, tras descubrirse la malversación de 335 millones

Victoriano Fernández-Ladreda, representante hasta hace unas semanas de Tabacalera, SA, en Asturias, está siendo buscado por la policía como presunto implicado en una malversación de fondos públicos, cifrada inicialmente en 335 millones de pesetas. Otras tres personas con cargos administrativos de responsabilidad en la delegación de Tabacalera en el Principado -los hermanos Ginés y Francisco Espín de la Fuente y Daniel González García- ingresaron el pasado martes en prisión.

Fernández-Ladreda, hijo de José María Fernández-Ladreda, que fue ministro de Obras Públicas en uno de los gobiernos del general Franco, se encuentra en paradero desconocido y existe contra él una orden judicial de busca y captura.La operación policial que ha permitido descubrir estas irregularidades en el funcionamiento de la delegación de Tabacalera en Asturias se inició el pasado 28 de septiembre, cuando Victoriano Fernández-Ladreda sufrió un supuesto atraco, que resultó ser simulado. El entonces representante garantizado de Tabacalera, SA, en Asturias fue atendido por una dotación del 091, herido de bala en un costado, tras ser objeto, según su versión, de un asalto protagonizado por tres encapuchados, quienes le habrían retenido durante cinco horas en las dependencias de la compañía en Oviedo. Fernández-Ladreda señaló también que los ladrones le habían disparado con un arma cuando él intentó defenderse y hacerles frente con un abrecartas.

No obstante, investigaciones posteriores y las declaraciones de los tres detenidos indican que Fernández-Ladreda se autolesionó con una pistola que arrojó después al río Nalón desde un punto de la localidad de Las Caldas, próxima a Oviedo.

De acuerdo con la versión facilitada inicialmente por Victoriano Fernández-Ladreda; los atracadores se habían llevado una importante cantidad de efectos timbrados y el libro de registros. Sin embargo, la investigación policial permitió descubrir "una serie de irregularidades, que, presumiblemente, encubrían la sustracción de efectos, papel timbrado, móviles y letras de cambio principalmente, que no tenían una contrapartida pecunaria en efectivo en las cuentas bancarias de Tabacalera, SA. Según los cálculos de expertos de la compañía ( ... ), el importe de los efectos sustraidos ascendía a 335.052.656 pesetas".

Paralelamente, en el transcurso de la operación policial, se pudo comprobar que varios de los efectos supuestamente sustraidos por los ladrones habían sido vendidos previamente en varios estancos asturianos.

El día en que se cometió el falso atraco estaba previsto iniciar una auditoría, que Tabacalera quería llevar a efecto antes de que tomara posesión de su cargo el nuevo delegado de la compañía en Asturias. Los cuatro presuntos implicados en esta operación fraudulenta no son empleados de Tabacalera.

La representación garantizada, de la que era titular Victoriano Fernández-Ladreda, supone un contrato con la compañía, pero no implica vinculación laboral con ella.

Sin embargo, ante el ingreso de España en la Comunidad Económica Europea, la empresa ha iniciado una reestructuración organizativa, en la que se incluía la creación de una cabecera de zona para Asturias, Galicia, León y Cantabria con sede en Oviedo.