Dimite la embajadora norteamerícana ante la ONU, Jeane Kirkpatrick

Jeane Kirkpatrick, embajadora de Estados Unidos ante la ONU, dimitió ayer de su cargo y anunció que regresará a la vida privada. Kirkpatrick, después de entrevistarse con el presidente norteamericano, Ronald Reagan, negó que estuviera decepcionada por no haber podido ocupar otro importante cargo político en la segunda Administración Reagan, y declinó pronunciarse sobre si se le había ofrecido tal cargo.

"Considero que ahora puedo servir mejor al presidente Reagan y a nuestros ideales objetivos compartidos sobre Estados Unidos mediante mi regreso a las tareas de enseñar y escribir".

La dimisión de Kirkpatrick entrará en vigor el 1 de marzo o tan pronto como sea confirmado un nuevo sucesor para la Embajada norteamericana ante las Naciones Unidas por el Senado.

La dimisión de la embajadora, cuyo cese fue anunciado en la Casa Blanca de forma inusual, priva a los sectores más conservadores de la Administración Reagan de una de sus voces más firmes y caracterizadas.

De ella se ha dicho que buscó un influyente cargo político en la segunda Administración Reagan, posiblemente la de Consejera de Seguridad Nacional, puesto ocupado ahora por Robert McFarlane, o la secretaría de Estado, que desempeña George Shultz.

También se sabe que mostró repetidamente insatisfacción con su trabajo como representante norteamericana ante la Organizaión de las Naciones Unidas, que apareja también la adscripción al gabinete presidencial.

Sin embargo, en su anuncio de dimisión dijo: "He explicado hoy al presidente la satisfacción que he sentido al haber tenido la oportuniadad de representar a Estados Unidos ante la ONU".

"Ha sido un honor extraordinario hablar para la libertad en este foro mundial", agregó Jeane Kirkpatrick en un comunicado que preparó con antelación y que distribuyó ayer entre los periodistas.