El Mozart puro de María Joao Pires y Ros Marbá
Volvió Antoni Ros Marbá a la Sinfónica de RTVE, de la que fuera director titular, en plaza ganada por brillante oposición, y de nuevo demostró su hondo saber y su extraordinaria sensibilidad.La orquesta de RTVE tuvo un sonido, un fraseo y, en suma, un estilo verdaderamente mozartianos. Esto se demostró de modo muy particular en el Concierto número 9 en mi bemol, del que fue protagonista al piano la artista portuguesa María Joao Pires. Se trata en este, caso, como sabe la mayoría, de una artista grandísima, capaz de conseguir con su interpretación bellezas verdaderamente turbadoras por su misma pureza.
Versión transparente
Música sin mancha la que brota de las manos y la inteligencia de la Pires, este concepto, aplicado a Mozart, obliga a mucho, más aún, a todo. Después de la perfección aséptica del Mozart escuchado el día anterior a una orquesta asombrosa, con un director casi mítico como son la Orquesta Sinfónica de Chicago bajo la batuta de Georg Solti, esta visión recóndita y transparente, cantarina y grave, fresca y antimuseal que nos dio la Pires, en perfecta identificación con el director Antoni Ros Marbá, resultó para el público asistente algo muy reconfortante.
Orquesta Sinfónica de RTVE
Director: Ros Marbá. Solista: María J. Pires. Obras de Mozart. Teatro Real. Madrid, 24 y 25 de enero.
Otro Mozart, el bastante enigmático de la Misa en do menor, K. 427, que Ros entiende a la perfección, vino a recordamos la variedad de una personalidad genial como fue la del músico salzburgués, capaz de asimilar los supuestos estético-técnicos que le precedieron hasta hacer de los "viejos testamientos" contrapuntísticos expresión perfectamente ajustada a la Viena de finales del siglo XVIII.
Obra verdaderamente difícil, el coro de RTVE la dominó muy relativamente, y aún la orquesta, bien en general, tuvo momentos, sucios, como la introducción del Quoniam. No obstante, estuvieron magníficas las sopranos solistas -Linda Russell y la coreana Young Hee Kini Lee-.
La importación de todo un Kurt Equiluz para una parte tan pequeña como la que Mozar confió al tenor en esta Misa constituye todo un lujo y un no reparar en gastos; tampoco es extenso el papel del bajo, estupendamente cantado por Luis Alvarez Sastre. En definitiva, una reconfortante tarde de buena música y una nueva constatación de cuanto es y vale Ros Marbá.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.