Gulimin, futura capital del Sahara occidental

La ciudad de Galimin, a 100 kilómetros al sur de Agadir y dentro de las fronteras internacionalmente reconocidas de Marruecos en 1956, será la futura capital del Sáhara occidental, según informó el miércoles el ministro del Interior marroquí, Driss Basri, en una reunión que sostuvo el miércoles por la noche con los gobernadores de la región para preparar el próximo viaje del rey Hassan II a Gulimin, Agadir, Tan Tan y El Aaiún.

Esta reorganización administrativa decidida por el rey Hassan II, que integra en la administración política de las fronteras marroquíes internacionalmente reconocidas a la antigua ex colonia española, tiene un alto significado político en estos momentos y parece confirmar la determinación de integrar el Sáhara Occidental con carácter definitivo.La nueva ordenación del territorio incluye bajo una misma cicunscripción administrativa a los territorios también ex españoles de Tarfaya y Tan Tan, que fueron cedidos por España a Marruecos mediante el Acuerdo de Cintra del 1 de abril de 1958, y el territorio del ex Sáhara Occidental español, uniendo así un territorio internacionalmente reconocido como parte integrante de Marruecos, como es el primero, situado entre el paralelo 27º 40' y el río Draa, que servía de línea divisoria con el Sáhara, y este último, pendiente aún de acuerdo con la Organización para la Unidad Africana (OUA) y las Naciones Unidas de la celebración de un referéndum de autodeterminación para establecer si ha de ser independiente o seguir unido a Marruecos.

Gulimin ha sido históricamente, y hasta principios de siglo, un importante centro y lugar de encuentro de las diferentes tribus nómadas saharianas.

Esta decisión marroquí deconvertir Gulimin en capital del Sáhara es coherente con las también recientes afirmaciones del ministro del Interior, Driss Basri, de que el próximo 3 de marzo el rey Hassan II, al celebrar en El Aaiún el 24 aniversario de su ascenso al trono alauí, confirmará la irreversibilidad de la marroquinidad del Sáhara.

Esta decisión de Hassan II, que pone de nuevo en duda las posibilidades de que se lleve a cabo un referéndum de autodeterminación en el territorio del Sáhara, encontrará numerosas oposiciones internacionales.

Se trata de una prueba y un riesgo que el rey de Marruecos ha aceptado, no obstante, correr al invitar para las festividades del 3 de marzo a todo el cuerpo diplomático acreditado en Rabat a que le acompañe a El Aaiún y refrende con su presencia, en nombre de la marroquinidad del Sáhara que pretende el monarca, y ahora con su integración formal en las fronteras marroquíes de 1956.