Varios países miembros quieren que Canarias tribute a las arcas de la CEE

La definición por los diez del estatuto de Canarias en la CEE está avanzando a duras penas, ya que varios países de la Comunidad quieren que el archipiélago también contribuya a las arcas comunitarias. Los diez están aún lejos de poder llegar a una posición común que presentar a España, por lo que se descarta este tema para la sesión de negociación del próximo lunes y martes.

Diversos países de la CEE no quieren conceder que Canarias, en contra de lo que pidió España y propuso la Comisión Europea, se vea exenta de toda contribución a los recursos propios de la CEE, aunque se beneficie de la política regional y otras ayudas de la Comunidad. Dado que, en principio, en Canarias no se aplicará el sistema del impuesto sobre el valor añadido (IVA) que regirá en la Península, al final se podría proponer otro tipo de contribución para Canarias. No obstante, esto plantearía problemas para Francia, cuyos territorios de ultramar, a pesar de formar parte de la CEE, no aportan recursos a Bruselas."El capítulo de Canarias es como un resumen de todos los capítulos de la negociación de adhesión", señalan fuentes comunitarias, para las cuales es, por tanto, "difícil, aunque no imposible, cerrar este tema si no se han cerrado los demás".

Contactos de Marín con la presidencia italiana

Entre tanto, el secretario de Estado para las Relaciones con la CEE, Manuel Marín, mantuvo ayer en Bruselas una reunión de trabajo con la presidencia italiana del Consejo de Ministros -representada por el embajador italiano en la comunidad, Pietro Calamia- para preparar la citada sesión de negociación.

El Comité de Representantes Permanentes (Coreper) de los diez se reunirá a su vez hoy para discutir estos temas y la posibilidad de definir un mandato para que la comísión vaya negociando con España, el mismo lunes. Un tema central de las discusiones de los ministros de Asuntos Exteriores de la Comunidad será, asimismo, la cobertura del déficit presupuestario de la CEE, ante la escasez de fondos y el rechazo por el Parlamento Europeo en diciembre del proyecto de presupuesto para 1985.

Crecen las presiones sobre la RFA para que acepte adelantar unos meses el aumento de los recursos financieros comunitarios, pero Bonn insiste en respetar la fecha del 1 de enero y ligar esta cuestión al ingreso de España y Portugal.

En cuanto al vino, España presentó ayer a la CEE su contraoferta. En ella se rechaza la idea de que la filosofía de la reforma del sector en la comunidad, acordada en la cumbre europea de Dublín, sea aplicable directamente a España, dadas las diferencias de estructura productiva. Así, donde la CEE establece techos de producción para el vino de mesa sobre los años de referencia 1981-82-83, España ofrece como base de cálculo la media de los tres mejores de los cinco últimos años, con una banda de fluctuación suplementaria de un 30% en razón de la variabilidad de las cosechas en España, que rechaza además la idea de fijar montantes compensatorios que perjudicarían nuestras exportaciones de vino hacia la Comunidad.