Guerra anuncia la amnistía para los militares de la UMD

El vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, anunció ayer que su partido, el PSOE, intentará en esta legislatura lograr la amnistía para los nueve militares condenados en 1975 a la expulsión del Ejército por pertenecer a la extinta Unión Militar Democrática (UMD). Guerra hizo este anuncio en la presentación en el Congreso del libro El militar de carrera en España, cuyo autor es Julio Busquets, actual diputado socialista y fundador la UMD.

El vicepresidente, que no citó expresamente las siglas de la UMD, manifestó que esta medida la "exigen los propios principios democráticos, sobre todo frente a un sector que creyó en la democracia cuando aún no se había instaurado", según Efe. Por su pertenencia a la UMD fueron procesados el comandante Luis Otero y los capitanes Manuel Fernández Lago, Antonio García Márquez -no apartado del Ejército-, Jesús Martín Consuegra, Fernando Reinlein, José Fuertes Bouzan, Fermín Ibarra, José Ignacio Domínguez, Antonio Herreros y Restituto Vallero. En virtud de las penas accesorias que acompañaron a la ley de amnistía de 1977 los llamados umedos se vieron obligados a continuar en su condición de apartados del Ejército.Diversas personalidades políticas consultadas por Europa Press, como el vicepresidente primero de la cámara, Leopoldo Torres; el portavoz socialista Pedro Bofill y el jefe de Prensa de Defensa, Lluis Reverter, coincidieron en que, efectivamente, el vicepresidente había anunciado la reintegración en las Fuerzas Armadas de los miembros de la UMD. El propio Julio Busquets así lo entendió y manifestó a los periodistas que se trataba de una obviedad, cuya resolución juzgaba lógica dado que "es un problema que afecta a una docena de personas y que no debe incomodar a nadie".

Óscar Alzaga, presidente del Partido Demócrata Popular, manifestó anoche al respecto que el dar unos pasos ejercitando el derecho de gracia en ese tema tiene una lógica; es una página de la historia que hay que cerrar y cerrarla bien", informa Europa Press.

El anuncio del vicepresidente Guerra fue acogido con sorpresa por los diversos afectados queestaban presentes, quienes, no obstante, mostraron un cierto escepticismo al respecto. Algunos de ellos manifestaron que nunca aceptarían una situación intermedia como pudiera ser su paso a la reserva activa, sino que la propuesta del Gobierno debía suponer una reintegración total al Ejército con todos los derechos. Fernando Reinlein, uno de los ocho capitanes condenados en 1975 por "un delito consumado de conspiración para la rebelión militar" y por pertenecer a una organización "subversiva entre cuyos fines consta el cambio violento de las instituciones fundamentales de la nación", manifestó que reivindicaba "la vuelta a las Fuerzas Armadas, como siempre y en las mismas condiciones que las abandone forzosamente".

Guerra relató un suceso poco conocido de 1977 cuando los partidos políticos negociaban la ley de amnistía. Tras 72 horas de negociaciones sólo quedaba un punto de discrepancia: las penas accesorias que impedían la reincorporación al Ejército de aquellos militares. Según Guerra, el PSOE fue el único que se mantuvo firme en aquel tema y al ver como se agotaba el tiempo cedió "evitando lo que podía haber sido un drama en aquel momento de la historia de España". "Por eso", agregó, "los que mantuvimos aquella posición debemos abordar ahora, en un plazo prudente de tiempo dentro de la presente legislatura, ese problerna".

Guerra destacó algunas de las conclusiones a las que el autor de este libro ha llegado en lo que pretende ser un análisis sociológico del ejército español. El aislamiento y el conservadurismo suponen las características más acusadas de la población militar con respecto al resto de la sociedad.

Aislamiento que viene dado por las propias circunstancias, pnoritariamente económicas, en las que se desarrolla el militar. El conservadurismo, según el autor, vendría impuesto por la propia educación recibida en las academias militares.