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Todos los años también se invita a salir a ciudadanos norteamericanos

Carlos Yárnoz

Varios ciudadanos estadounidenses han sido expulsados de España en los últimos años, además de los 13 soviéticos invitados a abandonar Madrid desde 1977. Cada año se han registrado expulsiones de norteamericanos, algunos de ellos pertenecientes a la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA), si bien estos segundos casos nunca son dados a la publicidad, según aseguraron ayer fuentes gubernamentales. Estos informantes no quisieron concretar el número de estadounidenses expulsados de España, pero insistieron en que "han sido varios" en los dos últimos años.

Siempre según estas fuentes, la diferencia entre unos y otros casos reside en que las actividades de espionaje que realiza la URSS en España "tienen casi siempre un componente de agresión contra nuestro país", ya que se trata de "robar información reservada" o bien de "copiar patentes o productos fabricados en España". Con respecto a los estadounidenses, las fuentes informantes señalaron que en la mayoría de los casos se trataba de personas que pretendían influir en favor de determin- adas empresas en los procesos de evaluación de diferentes sistemas de armas.

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En ocasiones, algunos norteamericanos han sido descubiertos. también cuando trataban de informarse por métodos ilegales sobre las ofertas que habían hecho al Gobierno español determinadas empresas de armamento que competían con otras no estadounidenses. Por la diferencia de valoración política entre las actitudes de una y otra potencia, el Gobierno español, al menos en los últimos dos años, ha tenido un comportamiento muy distinto a la hora de adoptar decisiones sobre los espías norteamericanos o soviéticos. En el caso de los soviéticos se siguen los conductos administrativos correspondientes y, tras comunicar los hechos al Ministerio de Asuntos Exteriores, las primeras autoridades de este departamento convocan al e mbajador soviético y le comunican oficialmente la orden de expulsión.

Expulsados en silencio

En el caso de los estadounidenses, por el contrario, las autoridades españolas comunican informalmente al embajador correspondiente las actividades en las que ha sido sorprendido el ciudadano y piden su expulsión, que, una vez realizada -"en todos los casos, hasta ahora"-, no consta oficialmente en ningún lugar ni tampoco es difundida públicamente.Fuentes gubernamentales españolas señalaron ayer que, desde la llegada de los socialistas al Gobierno, uno de los principales objetivos del Ministerio de Defensa ha consistido en potenciar los servicios de contraespionaje. En la actualidad, existe cerca de un centenar de personas adscritas a la Embajada soviética en Madrid, y casi 800 relacionadas directa o indirectamente con la Embajada de EE UU. Según las citadas fuentes, la mayoría de los soviéticos es vigilada "con bastante eficacia" por los servicios españoles, si bien el Gobierno no decide expulsar a nadie, según precisan estos informantes, hasta que dispone de evidencias sobre actividades ilegales.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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