La Concepción de Écija

Otra obra de Goya, bautizada como La Concepción de Écija y atribuida en primera instancia al pintor de Fuendetodos por el crítico cordobés, también de origen aragonés, Francisco Zueras, fue descubierta en la citada localidad andaluza con motivo de la exposición pictórica organizada el pasado mes de diciembre por el Ayuntamiento con obras de los siglos XVI al XIX existentes en el conjunto de iglesias y colecciones particulares ecijanas.La polémica en toda su extensión aún no se ha desatado, a pesar de algunas opiniones adversas publicadas al respecto, como la del catedrático de Historia del Arte de la universidad de Sevilla, profesor Valdivieso. La obra en cuestión mide 149 por 93 centímetros, y su propietario, un coleccionista de la localidad, la adquirió en una feria de antigüedades de Sevilla, a la que llegó procedente de Cádiz. Este hecho coincide con la hipótesis de Francisco Zueras, que se inclina por creer que el cuadro fue un regalo de. Goya a su amigo Sebastián Martínez por las atenciones que tuvo con él en 1792, cuando se. hospedó en su casa para pintar el oratorio de las Santas Cuevas.

Según el crítico y pintor cordobés, ésta es una de las tres obras que el pintor dedicó a la Purísima Concepción, y que hasta ahora se encuentraban en paradero desconocido.

Técnicos del Museo de Bellas Artes de Sevilla, durante el planchado del lienzo realizado allí, dictaminaron la pertenencia del mismo a la escuela madrileña del siglo XVIII, a la que perteneció Goya. Posteriormente, durante la mencionada exposición, un examen técnico a través de rayos X descubrió las iniciales de Goya (FG) entrelazadas a la altura del pico del manto.

A estos datos, Zueras Torrent suma como argumentos a favor de la autoría del pintor aragonés el propio estilo del manto, parecido al de la Virgen del Pilar, los trazos de pintura y símbolos soterrados del cuadro, el estilo de los querubines y un autorretrato que aparece entre las dos manos de la Virgen.