Un recibo hallado en Tabacalera confirma la autenticidad de dos retratos de Goya

Un recibo manuscrito y firmado por Goya, hallado en el archivo histórico de la antigua Real Fábrica de Tabacos de Sevilla, ha autentificado dos retratos atribuidos al pintor y conservados desde mediados del siglo pasado en el despacho del presidente de Tabacalera en Madrid. Los retratos, de muy buena calidad, según primeras apreciaciones, y de grandes dimensiones, corresponden a Carlos IV y su esposa, María Luisa. El hallazgo fue hecho por casualidad el pasado 21 de diciembre por el arquitecto José Morales.

En un primer término verificó la autenticidad de los cuadros y del recibo José Manuel Rodriguez Gordillo, director del archivo histórico de la Real fábrica de Tapices de Sevilla. Según explicó a este periódico el jefe de prensa de la compañía, Daniel Hortas, no se sabe por qué motivo viajaron los cuadros desde Sevilla hasta Madrid."Los expertos habían atribuido desde siempre estos cuadros a Goya, pero no existía ninguna documentación que lo acreditase, y las obras no figuraban en ninguno de los catálogos del pintor", según declaró ayer a Efe el presidente de Tabacalera, Cándido Velázquez.

La autoría de Goya ha sido avalada también, según Daniel Hortas, por el director del Museo del Prado, Alfonso E. Pérez Sánchez, uno de los máximos especialistas en la obra de Francisco de Goya, que ha examinado los cuadros estos días.

La caligrafía del recibo pertenece a Goya, de acuerdo con el examen realizado por la subdirectora del Museo del Prado, Manuela Mena. Así, estos probablemente son los primeros cuadros de Goya de cuya autoría dio fe el propio pintor,, que no acostumbraba a firmar sus obras.

El recibo, fechado el 11 de mayo de 1789 -año de la jura de Carlos IV y su esposa María Luisa-, está firmado y redactado por el propio Goya, y en él se acredita que el pintor recibió 4.000 reales de vellón por los retratos.

Las fiestas del rey

"Actualmente", indicó el presidente de Tabacalera, "hay pocos cuadros de Goya tan documentados como estos dos retratos. Las obras fueron encargadas al pintor por la Renta de Tabacos para presidir las fiestas de la jura de Carlos IV. Los dos retratos que tenían los reyes no los consideraron de categoría suficiente y encargaron unos nuevos a Goya". Los otros dos cuadros "inferiores" también se encuentan en la compañía Tabacalera, cuyo patrimonio artístico. está compuesto más por muebles de época que por pinturas, de las que dispone de una docena.

Además del recibo de Goya, figura otro, por 146 reales de vellón, correspondiente a su transporte -hasta Córdoba y hasta Sevilla-, y un escrito del encargado de los gastos de las fiestas, que propone al intendente la venta de los cuadros, una vez cumplida su misión.

Según se desprende de este documento, el precio pagado a Goya fue alto, lo cual constituye también un indicio de que el cuadro fue realizado por el pintor y no en su escuela. Las fiestas de la jura fueron financiadas por los trabajadores de la Fábrica de Tabacos, y su venta hubiera permitido pagar a estos el jornal correspondientes a una semana.

"Tabacalera no quiso informar del hallazgo hasta hacer las comprobaciones pertinentes", explicó su presidente. "Los cuadros se encuentran en buen estado, pero necesitan una limpieza, labor para la que se contratará a dos expertos del Prado".