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VÍSPERAS DE LA REUNIÓN DE GINEBRA

El vuelo de un misil de la URSS sobre territorio de la Alianza reaviva el temor a una guerra accidental

Estados Unidos, sus aliados occidentales y los países afectados han restado importancia al caso del misil soviético que el pasado día 28 se desintegró sobre territorio finlandés después de sobrevolar el norte de Noruega, país miembro de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Este suceso ha puesto de manifiesto, sin embargo, el peligro de que tu error o un accidente militar puedan provocar una crisis internacional de proporciones in calculables.

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El incidente concentra todavía más el interés de Europa en las reuniones de los próximos días 7 y 8 en Ginebra entre el secretario de Estado norteamericano, George Shultz, y el ministro soviético de Asuntos Exteriores, Andrei Gromiko, que deben sentar las bases para próximas negociaciones de desarme.El Gobierno noruego considera que se ha tratado de un accidente, aunque, por ser la primera vez que se tiene conocimiento de que un misil soviético cruza un país de la OTAN, en un principio se barajó la hipótesis de que la Unión Soviética hubiera querido comprobar el desarrollo de los sistemas de detección noruegos, informa la agencia Reuter.

Expertos militares occidentales reconocen que, en tiempos de alta tensión internacional, un incidente de este calibre puede poner en marcha los sistemas de defensa del bloque contrario y dar lugar a una escalada bélica con un final imprevisible.

Un portavoz del Departamento de Estado norteamericano consideró que el incidente fue consecuencia de un error en el funcionamiento del misil y descartó las especulaciones de que el suceso hubiese sido provocado por la Unión Soviética con el propósito de envenenar el clima internacional ante el encuentro de Ginebra. Moscú, que no ha emitido ninguna reacción oficial sobre el caso, ha advertido que Washington se equivoca si cree que la URSS acude a la reunión de la ciudad suiza porque se encuentra debilitada políticamente.

Expertos militares se inclinan a pensar que el suceso, por el que el Gobierno de Noruega presentará una nota de protesta a la Unión Soviética, se produjo por un error en el lanzamiento del misil durante un ejercicio naval soviético. Un portavoz de la OTAN manifestó ayer que este suceso concierne a la alianza militar occidental.

El misil, desprovisto de cabezas nucleares, confudió, aparentemente, el rumbo después de ser lanzado desde un submarino de propulsión atómica, el pasado viernes, en el mar de Barentz, próximo a la importante base naval soviética de Murmansk. El artefacto fue detectado por los radares de la OTAN cuando cruzó el territorio noruego para dirigirse a Finlandia, informa Ricardo Moreno. Según expertos occidentales, el misil recibió la orden de desintegrarse sobre el lago Inari, donde unidades militares finlandesas intentaban ayer encontrar los restos. El Gobierno de Helsinki reconoció que su territorio había sido sobrevolado por un "objeto volante no identificado", pero no mencionó la posibilidad de que se tratase de un misil soviético.

Las características del misil soviético siguen siendo una incógnita, aunque la revista británica especializada en temas de armamento Jane's considera que se trata de un modelo anticuado. La prestigiosa publicación cree que podría ser un SS-N-3, diseñado en 1960, o un modelo mejorado, el SS-N-12. Robert Hutchinson, editor de Jane's, dijo ayer que los dos modelos están capacitados para portar cabezas nucleares, pero que ninguno de ellos representa a lo más avanzado de la tecnología militar de la URSS.

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