Falsas alarmas
Europa se ha visto de nuevo, con ocasión del incidente provocado por un misil soviético, ante el peligro de que una falsa alarma de ataque desencadene una guerra de grandes proporciones. En una situación de grave crisis de las relaciones entre las dos superpotencias, una de esas falsas alarmas podría provocar un conflicto internacional.En 1979, un ordenador del Pentágono emitió una alarma de ataque nuclear que algunos minutos después se descubrió como falsa. Un error de estas características resultaría fatal si una de las dos superpotencias pusiese en marcha sus sistemas de respuesta.
Estados Unidos y la URSS están comprometidos por un tratado sobre incidentes en el mar, por el que los oficiales de la Marina de uno y otro país se intercambian información periódicamente. El presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, mencionó recientemente la necesidad de incrementar los contactos entre militares soviéticos y estadounidenses. El pasado verano, Moscú y Washington acordaron la utilización de una línea caliente de urgencia entre ambos para evitar un conflicto accidental. Los países europeos colaboran también en ese empeño en el marco de la Conferencia de Estocolmo, en la que desde hace un año se buscan medidas para aumentar la confianza entre los Estados.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.