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Nuevas orientaciones en el Kremlin

La URSS recupera la figura de Stalin, ante el 40º aniversario de la victoria sobre los nazis

Pilar Bonet

La figura de Josif Stalin, valorada positivamente como organizador y estadista, aparece cada vez con más frecuencia ante el público soviético a medida que se acerca el 4T aniversario de la victoria sobre la Alemania de Hitler, que se celebrará el año entrante. Para este acontecimiento, la URSS prepara una amplia gama de actividades dilatadas a lo largo de 1985, entre las cuales los documentales y los . largometrajes de exaltación patriótica desempeñan un importante papel.

El mariscal Zukov, páginas de una biografía constituye un hito en este sentido. Se trata de un documental sobre el más destacado jefe militar soviético de la II Guerra Mundial, Georgi Konstantinovich Zukov, quien consiguió llevar a sus hombres a Berlín antes de que lo hicieran los aliados occidentales. La cinta, iniciada hace más de 10 años, pero acabada y difundida sólo ahora, abarca el período de grandes éxitos militares de Zukov, desde la batalla de Jaljin Gol contra los japoneses en Mongolia en 1939 hasta la toma del Reichstag en Berlín y la firma de la rendición alemana en 1945.Los testimonios documentales, muchos de ellos inéditos hasta ahora y realizados en el frente por fotógrafos y cámaras de guerra, se alternan con la evocación de encuentros entre Zukov y Stalin, caracterizados mayoritariamente por la discrepancia y el enfrentamiento.

Zukov impone sus criterios a Stalin en el terreno militar, pero el máximo líder político y militar a la sazón no sale disminuido por ello, ya que es presentado como un gran organizador y, finalmente, se diluye el conflicto entre ambos personajes. El algunos cines de Moscú el público irrumpe en aplausos al aparecer en escena la figura de Stalin. La cinta establece que Stalin era un hombre a quien se le podían formular preguntas difíciles, y Zukov, alguien que no tenía miedo a hacerlo; ninguna alusión se hace al precio que Zukov tuvo que pagar por ello en la posguerra, cuando fue apartado del poder, trasladado a provincias y olvidado por la Prensa. En opinión de buenos conocedores del cine patriótico soviético, la película se diferencia de otras centradas en temas semejantes porque mantiene un estilo narrativo más natural, más ajustado a la historia y menos acartonao al referirse a Stalin. El mariscal Zukov deja de lado los efectos de las purgas de mandos militares sobre el curso de la guerra.

La película describe también los días de confusión que siguieron a la invasión alemana y, basándose en las memorias de Zukov (Recuerdos y pensamientos, 1969), coloca a Stalin en la situación de formular preguntas a las que Zukov va respondiendo.

Así, pues, Stalin quiere saber por qué las decisiones se toman con tanto retraso en la URSS. Zukov responde entonces criticando la concentración del poder en Stalin y la necesidad de consultarle cualquier detalle, lo que resta agilidad al proceso. Las divergencias sobre el camino a seguir en Kiev se muestran en la cinta. Stalin quería defender Kiev a toda costa, pero Zukov amenazó con dimitir de su cargo y marcharse al frente si no se sacrificaba la ciudad ucraniana a los alemanes. Zukov impuso a Stalin una contraofensiva ante Moscú. Finalmente, el militar obtuvo plenos poderes, convirtiéndose en el hombre más importante de la URSS tras Stalin.

El mariscal Zukov presenta al héroe de la Unión Soviética (condecorado cuatro veces) como un profesional de la milicia, íntegro y patriota, quien a lo largo de su vida tuvo que pasar por momentos difíciles, porque las circunstancias cambiaron, pero él, Zukov, que murió en 1974, fue ministro de Defensa entre 1955 y 1957, y cesado y jubilado por Jruschov por tratar de sustraer el Ejército al control político del Partido. Nada se dice en la película de esta circunstancia, que ha quedado como ejemplo de la relación entre lo político y lo militar.

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Entre los variados mensajes que distintos espectadores han creído ver en la película está la incumbencia plena de las decisiones bélicas al estamento militar. La cinta insiste en que la contribución de la Unión Soviética a la victoria en la II Guerra Mundial fue decisiva y superior a la de los aliados occidentales. Entidades encargadas de la difusión cinematográfica han recomendado a las salas de proyección que presten una atención especial a esta película, organizando paralelamente a su pase coloquios y exposiciones sobre la vida de Zukov. Se pide también que se llame la atención de los jóvenes sobre esta cinta, la primera de una serie.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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