Una reseña bibliográfica
"Con absoluta oportunidad", tal como Ludolfo Paramio presenta la reciente aparición de un libro sobre la revolución de 1934 en Asturias (EL PAÍS, 18-11-1984), aparecieron al día siguiente en el mismo diario unas breves, pero matizadas, apreciaciones de un lector acerca de la función desempeñada por L. P., justamente cuando me disponía a contestar a las atinadas sugerencias que el citado crítico tiene a bien exponer en el tercer párrafo de su texto...No obstante la economía de tiempo que me dispensa el escrito de F. Parra, dos puntos debo añadir a éste:
1. Que mis versiones del octubre de 1934 se han limitado hasta el presente a una sistematización de los hechos previamente establecidos por otros autores. Otra cosa es que en cursos y conferencias haya dado a conocer resultados parciales de investigaciones propias y aún no publicadas y que, por supuesto, no se orientan en la dirección que L. P. afirma. Probablemente el pluriempleo intelectual de L.P. le impida, además de actualizarse en la historiografía, conocer el tipo de relaciones existente entre ésta, la clase obrera y el movimiento. Ni en la clase ni en el movimiento -salvando excepciones que aún pretenden preservar sin mácula la trayectoria de algún sindicato y canonizar a algún dirigente- se les ocurre matar al mensajero que transmite honestidad intelectual.
2. Que la hipótesis de la "contaminación" de L.P. mediante el pícaro artificio de enjuiciar con desenfado obras de determinados autores, convendría extenderla a la atracción que sobre él ejercen los hechos de caracterizada e indiscutible relevancia -octubre de 1934, pero también, aunque sea de mal gusto para L.P., el otanismo- Discrepar, no como método sino como táctica, no siempre ha sido una pauta de comportamiento que ha dado resultados catastróficos para el tácticamente discrepante. Así, pues, discrepa y sugiere desinteresadamente "malignas" hipótesis de investigación, que algo queda-
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.