Gaddafi asegura que Ceuta y Melilla son ciudades árabes
ENVIADO ESPECIAL El líder de la revolución libia, Muammar el Gaddafi, expresó ayer en una conferencia de prensa, poco antes de salir de Palma de Mallorca, tras día y medio de visita calificada unánimemente como privada, su esperanza de que las diferencias entre Marruecos y España sobre Ceuta y Melilla "no sean resueltas por la fuerza", pero declinó precisar si su país apoyaría militarmente a Marruecos en caso de un enfrentamiento por las dos ciudades españolas. Gaddafi recordó que Libia está unida a Marruecos por un tratado en el que se prevé que cualquier agresión contra uno de los dos países puede ser considerada como una agresión contra el otro, e insistió en que su Gobierno considera a Ceuta y Melilla "ciudades árabes". Reconoció que "existe preocupación en España por estas dos ciudades árabes, pero" añadió, "nuestra postura al respecto es muy clara".
Gaddafi no quiso dar más precisiones sobre este asunto ni responder a la pregunta de cuál sería su posición en caso de un conflicto entre Marruecos y España, porque, según dijo, "yo hablo de hechos, no de suposiciones".De la entrevista mantenida el miércoles en una finca de la localidad mallorquina de Santa Ponça con el presidente del Gobierno español, Felipe González, Gaddafi se limitó a comentar que había sido "un éxito" y que Libia no pretendía con ese encuentro romper su aislamiento internacional porque "nunca ha estado aislada". Definió la posición de Felipe González sobre la situación en el Magreb como "la que tiene que ser" y confió en que las relaciones entre Madrid y Trípoli mejoren a raíz de est¿ entrevista.
Admitió que puede ser un obstáculo el hecho de que España se integre plenamente en la Alianza Atlantica, porque, según él, "entrar en la OTAN es como entrar en el infierno", pero añadió que "España puede tomar la postura que quiera". Gaddafi insistió en su disposición para viajar nuevamente a España en visita oficial.
El líder de la Yamahiria supo dar satisfacción a los fotógrafos que le rodearon durante la conferencia de prensa celebrada en el hotel Son Vida de Palma. En pie tras una mesita sobre la que reposaban los micrófonos pero no las grabadoras, por razones de seguridad, Muammar el Gaddafi, vestido con un traje blanco, una camisa de seda verde y una ligera túnica de color crema con adornos, respondió en árabe, de forma lacónica, a las preguntas de medio centenar de periodistas. La cabeza permanentemente erguida, los ojos en busca de las cámaras y las manos en continuo movimiento, Gaddafi actuó al nivel que de él se espera.
Niega apoyo a ETA
El máximo dirigente libio negó que su país apoye económicamente o de otra cualquier forma a ETA, y aseguró que "nunca oímos hablar de ese movimiento, nunca tuvimos relaciones con ese movimiento". Dijo que todas las acusaciones que se le hacen de ser el inspirador y el patrocinador del movimiento terrorista internacional "son propaganda sionista y reaganista", y añadió que "el único que practica el terrorismo es Estados Unidos". Como prueba, Gaddafi afirmó que es partidario de la celebración de una conferencia sobre el terrorismo en el mundo.
El líder libio tampoco quiso entrar a fondo en el tema de sus contactos con la República Árabe Saharaui Democrática (RASD), y se negó a comentar el estado de sus relaciones con el Frente Polisarío. Su único comentario sobre la situación en el Sáhara fue que "Libia está a favor de un referéndum".
Declaró asimismo que el acuerdo de unión con Marruecos sigue adelante, a pesar de que Libia no se sumara a la decisión de Rabat de retirarse de la Organización para la Unidad Africana (OUA) por la admisión en ésta de la RASD.
Muammar el Gaddafi admitió que su país es contrario al reconocimiento de Israel por parte de España, pero no explicó cuál sería la posición de Libia en el caso de que se produjera un intercambio de embajadores entre los gobiernos de Madrid y Tel Aviv, aunque dijo que "la palabra represalias debe descartarse".
En relación con el principal problema de la política exterior libia, el conflicto de Chad, Gaddafi insistió varias veces en que "no hay fuerzas libias" en ese país africano y garantizó que el acuerdo de retirada simultánea firmado con Francia ha sido cumplido ya.
El líder libio aseguró, por otra parte, que el dirigente palestino Yasir Arafat a quien se encuentra enfrentado personalmente desde hace años, puede visitar Libia cuando quiera.
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