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RELIGIÓN

"Mientras exista opresión habrá 'teología de la liberación", afirman los teólogos Boff y Sobrino

"Podrán desaparecer los teólogos que, se dedican a este menester, podrá incluso hasta desaparecer el nombre, pero mientras exista la opresión habrá teología de la liberación". Esta opinión fue claramente expresada ayer en Madrid por los teólogos de la liberación Leonardo Boff y Jon Sobrino. El franciscano brasileño Boff y el español, nacionalizado salvadoreño, Sobrino están considerados en estos momentos como dos de los pilares de la teología que ha sido objeto en los últimos tiempos de una seria advertencia y correctivo del Vaticano expresado en persona y a través de un documento oficial de la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe. Los dos teólogos se encuentran en Madrid para participar en un programa de TVE.

En los contactos mantenidos con los medios de comunicación, los dos teólogos han abordado algunas de las cuestiones más discu- tibles de esta corriente doctrinal y pastoral, que ha nacido y se ha extendido especialmente en los países más oprimidos de Latino américa. Han analizado no sólo sus bases teóricas, sino también sus relaciones con el marxismo, y se han pronunciado sobre el futuro de esta corriente.Jon Sobrino -jesuita de ascendencia vasca, nacido en Barcelona en 1938, profesor de Teología en El Salvador y autor de libros comprometidos con la teología de la liberación- ha explicado que la teología tiene que ser eficaz y, "por eso la teología de la liberación, cuando se plantea la pregunta radical ¿quién es Dios?, no se queda anclada en esta pregunta, sino que tiende hacia el compromiso de liberación de los hombres en cosas concretas".

Para Leonardo Boff -franciscano, nacido en Brasil en 1938, llamado a Roma el pasado mes de septiembre y amonestado por la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe (ex Santo Oficio) debido a sus teorías- lo importante no son los nombres, sino las situaciones, "y en Brasil, por ejemplo, persiste la opresión en una sociedad que pasa hambre y de la que el 80% está compuesto de cristianos". "Una teología o una pastoral cristiana tiene que denunciar", añade Boff, "las situaciones de opresión y también el hecho de que unas minorías de gobernantes cristianos que detentan el poder estén oprimiendo a una mayoría también de cristianos que se encuentran humillados y sin medios económicos. Una fe tomada en serio tiene como consecuencia la solidaridad de las personas. Por todo esto, la teología de la liberación es la teología de lo obvio. Es bien sencillo: la Iglesia tiene que denunciar la opresión y sufrir si es preciso, incluso con serenidad y alegría, la persecución y difamación".

Leonardo Boff explica que se considera un pequeño burgués y, por tanto, no se siente oprimido. "Mi situación de clase no es el pueblo, pero mi opción es de pueblo, y nadie, ni siquiera el Vaticano, puede quitarme esta libertad". El teólogo brasileño atacó duramente el reciente documento del cardenal Ratzinger sobre la teología de la liberación.

"El documento es una amalgama de cosas que tiene contradicciones y lagunas. Por ejemplo, no habla de la espiritualidad, que es la base de la teología de la liberación. Además, es una ofensa a los pobres, porque el documento no habla de ellos como sujeto de la liberación. Para el Vaticano, la teología de la liberación es una teología del desprecio. Protesto enérgicamente contra las afirmaciones de Ratzinger de que muchas de las cosas que escriben los teólogos de la liberación son tonterías. Puedo ser humilde, pero no humillado".

Respecto a la crítica que hace el Vaticano a las relaciones de la teología de la liberación con el marxismo", Jon Sobrino dice que el miedo al marxismo es para ocultar el miedo a Dios.

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