El Gobierno español cree que la McDonnell Douglas no cumple las contraprestaciones

El Gobierno español estima que la firma estadounidense McDonnell Douglas, fabricante de los 72 aviones F-18A del programa FACA que el año pasado adquirió España, no ha cumplido con precisión el plan de contraprestaciones económicas a las que la firma norteamericana se comprometió en firme al suscribir el contrato para la adquisición de los mencionados aviones de combate.

Según afirman las autoridades española, la empresa McDonnell ha contabilizado como compensaciones partidas económicas que no lo son.

De acuerdo con las fuentes informantes del Ministerio de Defensa, McDonnell debía haber satisfecho entre el 1 de junio de 1983 -fecha de la firma del contrato- y el 1 de junio de este año unas compensaciones mínimas valoradas en cerca de 10.000 millones de pesetas.

Los técnicos españoles encargados de supervisar el programa estiman que no se ha alcanzado esa cantidad, mientras los estadounidenses afirman que, de acuerdo con sus análisis, la cifra ha sido superada con creces.

A raíz de esta disparidad de criterios, expertos españoles y norteamericanos han mantenido diversas reuniones de trabajo en Madrid, pero aún no se ha llegado a un acuerdo.

La delegación española está encabezada por Antonio Rodríguez, designado por el Gobierno la pasada primavera para supervisar el programa de compensaciones del FACA, y la estadounidense por Robert Samuelson, responsable de la oficina que ha abierto la empresa McDonnell Douglas en Madrid.

Valoración de fletes

Uno de los problemas técnicos surgido a la hora de valorar las compensaciones reside en la contabilización de los fletes -tarifas de transporte- por una y otra parte.Los costes por el traslado de mercancías españolas hacia EE UU es contabilizado por McDonnell como parte de las compensaciones, pero los técnicos españoles han indicado que esas cantidades sólo pueden ser sumadas como contraprestaciones si el transporte se efectúa a bordo de naves españolas.

La delegación española que trabaja en el control de la compensaciones "está llevando la contabilidad hasta la peseta, al máximo detalle", según aseguran en Defensa, hecho que, de acuerdo con estas fuentes, ha sorprendido a los propios estadounidenses.

McDonnell Douglas se comprometió al firmar el contrato para vender los aviones a España a lograr en un plazo de diez años unas compensaciones valoradas en cerca de 300.000 millones de pesetas, pero también se incluyeron en el contrato los porcentajes mínimos de esa cantidad que debían cubrirse cada año.

Hasta el momento, el contrato de compensaciones más importante fue suscrito por la propia empresa McDonnell Douglas con la firma española CECSA, que construirá los dos simuladores del F-18A que se utilizarán en España. El valor de este contrato se aproximó a los 5.000 millones de pesetas.